La comisión especial del Parlamento considera que la UE debe contar con un régimen específico de sanciones para hacer frente a las injerencias extranjeras y a las campañas de desinformación.
Sin un régimen específico de sanciones a nivel europeo, los agentes extranjeros malintencionados pueden llevar a cabo sus campañas de desestabilización contra la Unión sin asumir ninguna consecuencia. Esta es una de las conclusiones del informe final de la comisión especial sobre Injerencias Extranjeras en Todos los Procesos Democráticos de la Unión Europea, en particular la Desinformación.
El régimen de sanciones propuesto por los eurodiputados busca que los responsables de estas injerencias y campañas de desestabilización tengan que pagar los costes de sus decisiones y asumir las consecuencias. El texto señala que para proteger los procesos democráticos europeos frente a los ataques híbridos patrocinados por Estados, se podrían aplicar las medidas comerciales, ya que dirigirse a particulares podría no ser suficiente.
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Ataques sofisticados
Los eurodiputados afirman en el informe que la injerencia extranjera puede ser una herramienta primordial para desestabilizar y debilitar a las contrapartes a las que se dirige o para potenciar la propia ventaja competitiva. Además, señalan que la desinformación está causando daños económicos directos e indirectos que no se han evaluado sistemáticamente.
Su informe añade que los intentos de injerencia extranjera van en aumento y son cada vez más sofisticados. Incluyen la desinformación y la supresión de información, así como la manipulación de las plataformas de los medios sociales y los sistemas de publicidad, así como los ciberataques.
También adoptan la forma de amenazas contra periodistas, investigadores, políticos y miembros de organizaciones de la sociedad civil, donaciones y préstamos encubiertos a partidos políticos, toma de control de infraestructuras críticas y espionaje.
Los ataques pueden, según el texto de la comisión parlamentaria, inducir a error y engañar a los ciudadanos, aumentando la polarización de la sociedad en detrimento de los grupos vulnerables. Es probable que también distorsionen la integridad de las elecciones democráticas y siembre la desconfianza en los poderes públicos y en la democracia.
«El salvaje oeste digital»
Las plataformas en línea se han convertido en una parte fundamental de la vida de la mayoría de las personas y pueden influir en la forma de pensar y comportarse de los ciudadanos, por ejemplo, en lo que respecta a las preferencias de voto. Sin embargo, como subraya el informe, han tenido poco éxito a la hora de atajar las campañas de desinformación dirigidas a las medidas contra la propagación de la pandemia de Covid-19.
Falta de concienciación
La UE y sus Estados miembros careceN de los medios adecuados y suficientes para poder prevenir y contrarrestar mejor los intentos de injerencia, y existe una falta de concienciación general entre muchos responsables políticos y ciudadanos.
Kalniete subrayó que el acceso a un periodismo de calidad es clave para crear resistencia a la desinformación hostil y a las injerencias extranjeras.
La comisión especial del Parlametno se creó en junio de 2020 para evaluar el nivel de amenazas de todas las potencias extranjeras que intentan interferir en los procesos democráticos de la UE y sus países. El Parlamento votará el informe final la próxima semana en Estrasburgo, y la comisión concluirá sus trabajos a finales de mes.
Fuente: Comisión Europea
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