La adopción de las tecnologías digitales por parte de las empresas tiene el potencial de mejorar los servicios y productos, así como de aumentar la competitividad. La crisis provocada por COVID-19 también ha demostrado que la digitalización es una herramienta crucial para mejorar la resistencia económica de las empresas.
En 2020, solo el 1% de las empresas de la UE con al menos 10 personas empleadas alcanzó un nivel muy alto de intensidad digital, mientras que el 14% alcanzó un nivel alto. La mayoría de las empresas registraron niveles bajos (46%) o muy bajos (39%). En comparación con 2018, el Índice de Intensidad Digital (IID) ha experimentado una mejora general a nivel de la UE, con aumentos tanto en los niveles muy altos (+5,0 puntos porcentuales [pp]) como en los altos (+0,4 pp).
El DII mide el uso de diferentes tecnologías digitales por parte de las empresas y su puntuación (0-12) viene determinada por el número de tecnologías digitales de las 12 seleccionadas que utilizan las empresas. Cuanto más alta sea la puntuación, mayor será la intensidad digital de la empresa, que va de muy baja a muy alta.
Los datos de Eurostat muestran que el 9% de las grandes empresas de la UE tenían un nivel muy alto de IID y el 42% un nivel alto, mientras que sólo el 2% de las empresas medianas registraron un nivel de intensidad muy alto y una cuarta parte (25%) un IID alto. Sólo el 0,4% de las pequeñas empresas alcanzó una intensidad digital muy alta, y sólo el 12% obtuvo un DII alto.
Casi la mitad de las empresas medianas (47%) y pequeñas (46%) mostraron un nivel de intensidad digital bajo.
Finlandia y Dinamarca (ambos con un 5%) y Bélgica (con un 3%) fueron los países de la UE con mayor proporción de empresas altamente digitalizadas, mientras que el resto de los países tenían como máximo un 2% de empresas con un nivel muy alto de IID.
Por el contrario, en Bulgaria y Rumanía (ambas con un 66%), Grecia (60%), Letonia (57%) y Hungría (53%), la mayoría de las empresas presentan un DII muy bajo, lo que indica una escasa inversión en tecnologías digitales.
Según uno de los objetivos de la visión de la UE para la transformación digital, al menos el 90% de las pequeñas y medianas empresas (PYME) de la UE deberían alcanzar un nivel básico de intensidad digital para 2030. El nivel básico implica el uso de al menos cuatro tecnologías e incluye a las empresas con una intensidad digital baja, alta y muy alta. En 2020, tres de cada cinco PYME (60%) de la UE alcanzaron al menos un nivel básico de intensidad digital, frente al 89% de las grandes empresas.
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