Actualmente, las plataformas de medios sociales son testigos de una tendencia creciente y preocupante que ve cómo se glorifican los roles tradicionales de género al tiempo que se cuestiona la necesidad de la independencia financiera de las mujeres.
El nuevo informe de EIGE «Independencia financiera e igualdad de género: uniendo los puntos sobre ingresos, riqueza y poder» ofrece una perspectiva convincente de por qué la independencia financiera sigue siendo fundamental para mujeres y hombres. Y en qué debemos centrarnos para entender y medir el concepto.
«¿Qué significa ser económicamente independiente a lo largo de la vida adulta? Necesitábamos una definición más rica y eso es lo que ofrecemos en este informe. Es importante no sólo comprender los ingresos, sino también la riqueza y la dinámica de poder y control dentro de los hogares», afirma Carlien Scheele, Directora del EIGE.
Los hechos: desigualdades de género e independencia financiera
- Por término medio en la UE, las mujeres que tienen pareja ganan un tercio menos de lo que gana su compañero, lo que se asocia a un menor poder de negociación e influencia en la toma de decisiones.
- La diferencia salarial global entre hombres y mujeres es del 36,2%. Se evalúa el impacto combinado de los ingresos por hora, la media mensual de horas pagadas y la tasa de empleo.
- Por término medio, el 7 % de las mujeres indican que su pareja les prohíbe trabajar y/o controla las finanzas familiares y sus gastos.
El informe define la independencia financiera en términos de ingresos, riqueza, poder y control. Este enfoque arroja luz sobre el vacío histórico de conocimientos en torno a la independencia financiera y la dinámica de género, ofreciendo perspectivas sobre el statu quo y soluciones para un futuro más equitativo. El informe se ha elaborado en apoyo de la actual Presidencia belga del Consejo de la Unión Europea.
Marie-Colline Leroy, Secretaria de Estado de Igualdad de Género, Igualdad de Oportunidades y Diversidad, afirma: «Abordar las desigualdades socioeconómicas de género es una de las prioridades de la Presidencia belga. Éstas siguen siendo poco conocidas o subestimadas. Sin embargo, necesitamos datos sólidos para identificar las palancas que hay que activar para reforzar la autonomía y la independencia financiera de las mujeres, así como su capacidad de elegir, con dignidad, a lo largo de toda su vida». La información y las recomendaciones propuestas por el EIGE en su informe nos han permitido asumir importantes compromisos políticos en el camino hacia una igualdad de género sustantiva, incluida la mejora de la disponibilidad de datos sobre la independencia financiera de las mujeres».
Independencia financiera: Dimensiones y subdimensiones clave
Ingresos
- Empleo
- Ingresos (incluidas las prestaciones relacionadas con el empleo)
- Prestaciones estatales
- Prestaciones entre hogares
- Pensiones
- Nivel de vida
- Impuestos y cotizaciones sociales
Patrimonio
- Ahorro (incluidas cuentas corrientes)
- Inversiones
- Propiedad (por ejemplo, terrenos, residencia, vehículos, bienes)
- Fondo de pensiones
- Deuda de consumo (por ejemplo, hipoteca, préstamo)
Poder y control
- Acceso a los recursos (incluidos el trabajo y los bancos)
- Conocimientos financieros
- Toma de decisiones (sobre ingresos, activos y pasivos, consumo)
- Gasto
Factores que afectan a cada dimensión
- Actitudes y características individuales (por ejemplo, sexo, etnia, edad, educación, salud, asunción de riesgos)
- Estructura y características del hogar (por ejemplo, número de hijos/personas a cargo)
- Normas y valores sociales y culturales
- Incidencia de la violencia (por ejemplo, violencia económica)
- Políticas y legislación (por ejemplo, regímenes sociales y fiscales, políticas de permisos, servicios de guardería)
El Consejo adopta la primera ley de la Unión Europea contra la violencia de género |
Ingresos ≠ independencia financiera
He aquí un error muy común: Los ingresos equivalen a la independencia financiera. No es así.
Tener ingresos – a través de un empleo, ganancias u otros medios – es un factor importante y necesario para ser financieramente independiente.
Pero es sólo la punta del iceberg.
Son las capas invisibles de riqueza y poder de decisión las que definen con mayor precisión el nivel de independencia financiera de una persona.
Crear riqueza para toda la vida
Más allá de unos ingresos estables, la independencia financiera consiste en acumular riqueza a lo largo de la vida.
Desgraciadamente, los roles tradicionales de género limitan a menudo el acceso de las mujeres al mercado laboral, lo que se traduce en oportunidades de empleo restringidas que conducen a ingresos más bajos y pensiones deficientes.
Todavía se espera que las mujeres asuman la mayor parte de las responsabilidades de cuidado una vez que una pareja decide formar una familia. Esto suele obligar a las mujeres a aceptar trabajos a tiempo parcial que limitan su potencial de ingresos. Sin la oportunidad de obtener unos ingresos más sólidos y acumular riqueza, corren un mayor riesgo de caer en la pobreza más adelante. El resultado es una asombrosa diferencia del 26% entre hombres y mujeres en materia de pensiones en la UE.
Juego de poder
¿Quién toma las grandes decisiones financieras en casa?
Las mujeres de la UE, por ejemplo, participan a menudo en la toma de decisiones financieras cotidianas, pero es menos probable que participen en decisiones estratégicas relacionadas con grandes compras, ahorro y endeudamiento.
Los hombres, en cambio, suelen tener poder de decisión en materia de endeudamiento, mientras que las mujeres suelen encargarse de la gestión de la deuda. Estas observaciones reflejan una tendencia más amplia de las mujeres a tener un control estratégico limitado sobre las finanzas del hogar y a ser las principales responsables de llegar a fin de mes en el día a día.
Retención y retirada
Para las mujeres que mantienen relaciones abusivas, la dependencia económica es un factor de riesgo importante.
El acceso a los recursos financieros se ve obstaculizado, por no hablar de la independencia.
La investigación de EIGE descubrió que la dependencia financiera y la violencia económica no afectan a todas las mujeres en la misma medida ni de la misma manera.
Descubrimos que ciertos grupos de mujeres, como las inmigrantes y las discapacitadas, se ven afectadas de forma desproporcionada.
De dependientes a independientes: recomendaciones
La dependencia económica es una pesada carga para las mujeres. ¿Qué se puede hacer para superar las barreras persistentes?
He aquí tres recomendaciones clave del informe:
- Desarrollar indicadores estándar para controlar las diferencias de género en la independencia financiera. Esto significa, por ejemplo, recopilar sistemáticamente datos desglosados por sexo sobre la puesta en común de los ingresos, el reparto y la toma de decisiones sobre asuntos financieros en los hogares.
- Sensibilizar sobre la definición multidimensional y la medición de la independencia financiera propuestas para garantizar su integración efectiva en la elaboración de políticas a nivel de la UE y de los Estados miembros. Esto debe responder a los objetivos de la política de igualdad de género.
- Prevenir y combatir la violencia económica contra las mujeres y vigilar su prevalencia en la UE. Esto debería incluir la prestación de apoyo específico a las mujeres que han sufrido violencia económica, ayudándolas a mejorar sus conocimientos financieros.
«Debemos aplicar un enfoque prospectivo para comprender y abordar mejor la evolución de las desigualdades de género en la independencia financiera. Y esto significa reflexionar sobre tendencias clave más amplias que estamos observando, como los cambios en nuestra forma de vivir y trabajar con el telón de fondo del envejecimiento de la sociedad», añade Carlien Scheele.
Más información (solo disponible en inglés): Instituto Europeo de la Igualdad de Género
Deja una respuesta