«Los funcionarios públicos y los líderes de opinión deben dejar de promover una atmósfera de odio e intolerancia hacia las personas LGBTI y, en su lugar, mejorar el respeto de sus derechos humanos. La estigmatización y el discurso de odio conllevan un riesgo real de legitimación de la violencia. Las personas LGBTI son personas, no una ideología», dijo la Comisionada de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatović, en un memorándum publicado el pasado jueves en el que pide a las autoridades polacas que frenen las actuales tendencias negativas dirigidas a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) y a los activistas del país. El memorándum está basado en la labor del Comisionado para la protección de los derechos humanos de las personas LGBTI en Europa y sigue a las consultas realizadas por internet con las autoridades polacas, las estructuras nacionales de derechos humanos y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el ámbito de los derechos de las personas LGBTI, celebradas entre el 12 y el 23 de octubre de 2020.
El Comisionado está muy preocupado por el visible aumento de la retórica de odio y la propagación de relatos homófobos por parte de los funcionarios públicos y otros órganos y figuras prominentes de la sociedad en Polonia. «El odio y la deshumanización tienen repercusiones no sólo en las víctimas sino también en el bienestar de la sociedad. Envían una señal de exclusión social y amenazan la cohesión social», dijo el Comisario. Insta encarecidamente a todas las autoridades públicas, los políticos y los líderes de opinión de Polonia a que no se involucren en discursos de odio o cualquier discurso que estigmatice a las personas LGBTI, y a que denuncien firmemente tales acciones y declaraciones, incluso cuando provengan de fiestas privadas. Además, pide a Polonia que vele por que las expresiones de odio y los delitos de odio basados en la orientación sexual, la identidad de género y las características sexuales se castiguen debidamente en la ley y en la práctica, incluso reconociendo los prejuicios motivados por esos motivos como circunstancia agravante de los delitos de odio.
El Comisionado se mostró particularmente preocupado por la adopción de declaraciones y cartas contra el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales por parte de muchos gobiernos locales y municipalidades de Polonia y por los ejemplos de apoyo público a proyectos e iniciativas homófobos. A su juicio, esas medidas envían una señal sumamente alarmante de aprobación pública del odio, la intolerancia y la exclusión, incentivando efectivamente ese comportamiento. Haciendo hincapié en que todas las personas son iguales y merecen ser tratadas como tales, la Comisionada pide que se revoquen las declaraciones y cartas anti-LGBT e insta al Gobierno de Polonia a que garantice que las iniciativas que promueven directa o indirectamente el odio y la intolerancia contra las personas LGBTI no reciban apoyo público. El Comisionado también pide que se rechacen varios proyectos de ley dirigidos a las personas LGBTI que están actualmente pendientes en el Parlamento polaco.
Deja una respuesta