El PE pide garantizar el acceso universal en la UE a la salud sexual y reproductiva. Los eurodiputados instan a los Estados miembros a proteger y mejorar la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en un informe aprobado el jueves.
Con 378 votos frente a 255 y 42 abstenciones, el pleno afirma que «los derechos a la salud, en particular a la salud reproductiva y sexual, son derechos fundamentales de las mujeres», vinculados a la igualdad de género, y no pueden, en modo alguno, ser debilitados ni retirados.
El Parlamento subraya que las violaciones de estos derechos son una forma de violencia contra las mujeres y niñas que lastran el progreso hacia la igualdad de género. Apela por eso a los Estados miembros para que garanticen que todas las mujeres pueden optar a una gama completa de servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos de calidad, integrales y accesibles, y que supriman los obstáculos que dificultan el uso de esos servicios.
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Acceso universal a una práctica segura y legal del aborto
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Supresión de las barreras a los servicios de salud sexual y reproductiva
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La pandemia ha tenido un impacto negativo en la salud y los derechos de las mujeres
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Eliminación del IVA de los productos menstruales
Acceso al aborto, los anticonceptivos y la educación sexual
Los eurodiputados destacan que algunos Estados miembros siguen teniendo leyes altamente restrictivas que prohíben el aborto salvo en circunstancias estrictamente definidas, lo que obliga a las mujeres a recurrir a la práctica de abortos clandestinos, a viajar a otros países o a llevar su embarazo a término en contra de su voluntad, «lo cual constituye una violación de los derechos humanos y una forma de violencia de género».
El Parlamento pide a todos los Estados miembros que garanticen «el acceso universal a una práctica segura y legal del aborto» y aseguren que el aborto a solicitud de una mujer sea «legal en la fase precoz del embarazo y en una fase más avanzada si peligra la vida o la salud de la persona embarazada».
El texto critica que en algunos Estados miembros se permita a los médicos, e incluso a instituciones médicas enteras, negarse a prestar servicios sanitarios sobre la base de la denominada cláusula de conciencia. Esto conduce a la denegación del aborto por motivos de religión o de conciencia y pone en peligro la vida de las mujeres.
Los eurodiputados demandan a los países que aseguren la disponibilidad de métodos anticonceptivos asequibles y de alta calidad, de planificación familiar e información sobre anticoncepción.
También lamentan que el acceso a un aborto legal y seguro sigue viéndose limitado durante la pandemia de COVID-19, que ha afectado igualmente a la disponibilidad de anticonceptivos.
El informe anima a los países a asegurar que los niños reciben educación sexual adaptada en primaria y secundaria y destacan el papel de esta para la reducción de la violencia sexual y el acoso.
Los productos menstruales son bienes esenciales
Los eurodiputados aluden a los efectos negativos del llamado «impuesto a los tampones» sobre la igualdad de género y piden a los países que aprovechen la flexibilidad introducida en la Directiva sobre el IVA y apliquen exenciones o un tipo de IVA del 0% a dichos bienes básicos esenciales. También piden hacer frente a la pobreza menstrual facilitando productos menstruales gratuitos para toda persona que los necesite.
Declaración del ponente
Predrag Matić (S&D, Croacia) consideró que «esta votación marca una nueva era en la UE y representa la primera resistencia real a una agenda regresiva que ha lastrado los derechos de las mujeres en Europa durante años. Una mayoría de eurodiputados ha dejado clara su posición, instando a los Estados miembros a asegurar el acceso al aborto seguro y legal y a otros servicios de salud sexual y reproductiva».
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