Entre mujeres y hombres de la UE hay un mayor equilibrio en el cuidado de los hijos. Pero no lo hay en cuanto al tipo de tarea, según los últimos datos de EIGE.
La distribución del cuidado infantil no remunerado entre mujeres y hombres va en la buena dirección.
Los datos de EIGE procedentes de una encuesta realizada en 2022 sobre las diferencias de género en los cuidados no remunerados y las actividades individuales y sociales muestran que el 91% de las mujeres y el 86% de los hombres cuidan de manera informal a sus propios hijos menores de 25 años, al menos cuatro veces por semana.
Pero el panorama no empieza ni acaba ahí. Surge una gran disparidad de género cuando se trata del tipo de actividad de cuidado de niños que se realiza.
¿Quién hace qué?
Según los datos de la encuesta del EIGE (en el Índice de Igualdad de Género 2023 se publicarán más resultados), las tareas más intensivas de cuidado de los niños más pequeños -como bañarlos, darles de comer y cambiarles los pañales- las realizan sobre todo las mujeres, independientemente de factores como los ingresos, el nivel de estudios o el origen migratorio.
Resulta bastante preocupante que casi la mitad de las mujeres (el 49%) que viven en pareja afirmen asumir la responsabilidad principal de este tipo de tareas esenciales, frente a tan sólo el 6% de los hombres.
Existen diferencias más pronunciadas entre mujeres y hombres en otros tipos de actividades relacionadas con el cuidado de los hijos, como se muestra en la tabla siguiente.
Distribución de las actividades informales de cuidado de niños menores de 25 años entre los miembros de la pareja dentro del hogar (%, EU-27, 2022)
Source: EIGE Survey of gender gaps in unpaid care, individual and social activities, QC5. «Who in your household generally performs the following childcare tasks?” Answers: almost completely me, for the most part me, equally me and my partner, almost completely my partner, for the most part my partner, almost completely or for the most part someone else (paid), almost completely or for the most part someone else (unpaid). Respondents could also select ‘not applicable’ when care tasks were not relevant to them and their children.
Si nos fijamos en las tareas de cuidado de los niños más mayores que en las de los más pequeños, seguimos observando diferencias de género significativas en actividades como el apoyo con los deberes, así como la supervisión y el apoyo emocional.
Percepción frente a realidad
Independientemente del tipo de tarea, los hombres creen que se comprometen a un reparto equitativo del cuidado de los hijos.
Sin embargo, no todas las tareas son de igual naturaleza.
La realidad es que atender a un niño enfermo es una tarea muy diferente a recoger a un niño del colegio. Ambas son tareas, pero pueden ser muy diferentes en términos de tiempo, intensidad y carga mental.
Una disparidad en la percepción de las tareas de cuidado de los niños podría llevar a que más mujeres sintieran que sus esfuerzos pasan desapercibidos, lo que puede tener efectos indirectos negativos tanto en términos de equilibrio entre la vida laboral y personal como en el mercado laboral.
El EIGE ya había señalado anteriormente que las diferencias entre hombres y mujeres en el mercado laboral aumentarán si no aumenta la participación de los hombres en las tareas de cuidado no remuneradas, un ámbito de actuación clave recogido en la Estrategia de la UE para la Igualdad de Género 2020-2025.
Conciliar mejor la vida laboral y familiar – Reducir las diferencias entre hombres y mujeres en materia de cuidados
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Expectativas de género
La expectativa de que las mujeres asuman el trabajo más emocional mientras que los hombres hagan contribuciones más pasivas son estereotipos que frenan el cambio.
Para algunas familias, el hecho de que el hombre sea el principal sostén económico y la mujer la principal cuidadora funciona bien. Para otras, no.
Por lo tanto, tenemos que fomentar el diálogo y las acciones para crear una sociedad en la que el cambio de mentalidad y el desarrollo de nuevos hábitos en las tareas de cuidado de los niños funcionen en paralelo, beneficiando tanto a los padres como a los hijos.
Carlien Scheele, Directora de EIGE, afirma:
Más allá de los conocimientos adquiridos a través de nuestra investigación, dimos vida a este tema en conversaciones con múltiples y diversos actores de la comunidad de la igualdad de género durante el Foro de Igualdad de Género de EIGE en octubre del año pasado. Tuvimos una sesión centrada en los cuidados en la que representantes de los Estados miembros expusieron sus propias experiencias y conclusiones. En general, se hizo hincapié en que los lugares de trabajo deben capacitar tanto a las mujeres como a los hombres para hacer uso de la flexibilidad laboral para atender a las responsabilidades familiares, de modo que si hay que recoger a un niño a las 16.00 horas, se le pueda recoger a las 16.00 horas sin temor a que ello ponga en peligro una oportunidad de ascenso, y esto se aplica especialmente a los hombres, que a menudo se enfrentan al «castigo» de los jefes por tener que ser padres en plena jornada laboral.
Beneficios prometedores
Tanto en la UE como en el resto del mundo se ha demostrado que las cosas mejoran.
Gracias al compromiso proactivo de las campañas, la relación entre el cuidado infantil no remunerado y el papel de los padres está cambiando.
Desde los Estados miembros nórdicos hasta la India, la idea de que los padres pueden y deben desempeñar un papel más activo en las tareas domésticas y el cuidado de los hijos se está normalizando poco a poco, liberando tanto a las mujeres como a los hombres de normas fuertemente sexistas.
En la campaña #Sharetheload, respaldada por Ariel, se aborda el impacto de un hogar desigual y se insta a actuar para corregir la brecha.
En la misma línea, el movimiento #Dadonboard de los Estados miembros nórdicos subraya la necesidad de que los padres se acojan al permiso parental, al tiempo que anima a los gobiernos nórdicos a promover la paternidad igualitaria.
Acelerar la igualdad de género en los cuidados
Aunque vemos que se está produciendo un cambio cultural, sería mucho más rápido si se introdujeran cambios políticos y legislativos.
Esperamos que la Directiva de la UE sobre la conciliación de la vida laboral y familiarAnchorAnchor y la más reciente Estrategia Europea de Cuidados se pongan en práctica para cerrar las brechas de género en los cuidados mediante una mayor participación de los hombres en los cuidados, acuerdos laborales flexibles y la prestación de servicios de cuidados asequibles y de alta calidad.
En el próximo informe Índice de Igualdad de Género 2023 se publicarán más resultados de la encuesta.
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