La NASA lanza crías de calamar y osos de agua a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Desde gusanos hasta codornices, la EEI ha albergado todo tipo de criaturas, grandes y pequeñas, a lo largo de los años. La investigación animal en el espacio está a punto de dar la bienvenida a algunos nuevos miembros al club.
A bordo del cohete Falcon 9 de SpaceX, se dirigen a la EEI 128 crías de sepiólidos que brillan en la oscuridad y unos 5 000 animales microscópicos. Los animales son tardígrados, más conocidos como osos de agua, y se pueden encontrar en cualquier lugar de la Tierra.
Algo está pasando
El calamar se utilizará para explorar los efectos de los vuelos espaciales en las interacciones entre microbios y animales. «Los animales, incluidos los humanos, dependen de nuestros microbios para mantener un sistema digestivo e inmunitario saludable. Aún no comprendemos completamente cómo el vuelo espacial altera estas interacciones beneficiosas», le dijo Jamie Foster, investigadora principal y catedrática del Departamento de Microbiología y Ciencia Celular de la Universidad de Florida, a la BBC.
La profesora Foster agregó que el calamar permitirá «abordar estos importantes temas de la salud animal». Lo que hace que los calamares sean interesantes es que brillan en la oscuridad gracias a un órgano en su saco. Su sistema inmunitario también es muy similar al de los humanos.
Vivir mejor y más tiempo en el espacio gracias a los animales diminutos
Los tardígrados son considerados la forma de vida más resistente de la Tierra, y sobreviven hasta treinta años sin comida ni agua. Eso los hace ideales para probar la tolerancia para vivir en entornos extremos. Los hallazgos podrían ayudarnos a comprender mejor los factores de estrés que afectan a los humanos en el espacio. «Algo que nos interesa mucho es comprender cómo los tardígrados sobreviven y se reproducen en estos entornos y si podemos aprender sobre los trucos que utilizan y adaptarlos para proteger a los astronautas», explicó Thomas Boothby, profesor asociado de Biología Molecular en la Universidad de Wyoming, quien también es uno de los investigadores principales.
«Los tardígrados son un grupo de animales microscópicos reconocidos por su capacidad para sobrevivir a una serie de tensiones extremas —explicó Boothby a CNN—. Algunas de las situaciones a las que pueden sobrevivir los tardígrados incluyen secarse, congelarse y calentarse más allá del punto de ebullición del agua. Pueden sobrevivir miles de veces más radiación que nosotros y pueden pasar días o semanas con poco o nada de oxígeno». Y añadió: «Se ha demostrado que sobreviven y se reproducen durante los vuelos espaciales, e incluso pueden sobrevivir a una exposición prolongada al vacío del espacio exterior».
«En última instancia, esta información nos dará una idea de cómo uno de los organismos más resistentes de la Tierra es capaz de sobrevivir a los rigores de los vuelos espaciales —observó Boothby—. Tenemos la esperanza de que estos conocimientos proporcionen vías para desarrollar contramedidas o tratamientos que ayuden a proteger a los astronautas durante las misiones espaciales prolongadas».
Foster afirmó: «Mientras los astronautas exploran el espacio, llevan consigo una compañía de diferentes especies microbianas. Y es realmente importante comprender cómo esos microbios, que en conjunto se denominan microbioma, cambian en el entorno espacial y cómo se establecen esas relaciones».
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