Un equipo multidisciplinario de investigadores de la Unión Europea ha desarrollado y probado nuevos tipos de bioplaguicidas basados en hormonas peptídicas de insectos. Su función será la de reducir el riesgo que entraña el uso de los plaguicidas para la salud humana sin perjudicar el medio ambiente o a los insectos beneficiosos, y lograr así la sostenibilidad en la protección de los cultivos.
Antecedentes
Es necesario mantener un elevado grado de productividad en el sector agrícola para garantizar la alimentación de una población humana en crecimiento. Hoy en día, entre el 20 y el 40 % de la productividad mundial se malogra por el ataque de los insectos según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Una tendencia que se pronostica empeorará con el cambio climático.
Para controlar plagas y garantizar la seguridad alimentaria se emplean insecticidas. Sin embargo, no es posible eliminar todos los insectos, ya que desempeñan labores fundamentales en la polinización de cultivos. La resistencia a los insecticidas es también un problema detectado en todos los insecticidas más importantes. Así pues, es necesario contar con insecticidas más ecológicos y selectivos a los que las plagas no sean resistentes.
Desarrollo del proyecto
El proyecto nEUROSTRESSPEP abordó este reto mediante el desarrollo de nuevas proteínas miméticas pequeñas, con una función similar a las hormonas peptídicas de los insectos pero que interfieren en la capacidad de supervivencia de estos organismos. «Se pueden desarrollar como nuevos tipos de agentes de control de insectos respetuosos con el medio ambiente dirigidos contra grupos de insectos específicos, al tiempo que protegen a los beneficiosos y no crean resistencia», afirma la profesora Shireen Davies, coordinadora del proyecto.
nEUROSTRESSPEP exploró los genomas de insectos para identificar neuropéptidos con características compartidas con las plagas agrícolas, pero que no se presentan en otros insectos beneficiosos, como las abejas melíferas. Así, se formó la base sobre la que diseñar péptidos nuevos que imitan la estructura de estas hormonas.
Los socios del proyecto recopilaron más de 6 000 secuencias de péptidos del 97 % de las especies de insectos para identificar especificidades a escala de orden y especie de los neuropéptidos y desarrollaron la nueva base de datos de investigación sobre neuropéptidos entomológicos DINeR, de acceso libre.
Resultados
nEUROSTRESSPEP ofrece un método eficaz y rentable de control de plagas de insectos, al tiempo que protege la salud humana y conserva con mayor efectividad los limitados recursos naturales. De este modo, aumentará la productividad agrícola, mejorará la calidad de los alimentos y se protegerá la seguridad alimentaria.
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