El Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) ha publicado un manual para ayudar a detener el sexismo en el lugar de trabajo. Desde la contratación hasta la evaluación del rendimiento, el manual del EIGE muestra cómo las organizaciones pueden garantizar que los empleados de ambos sexos se sientan seguros, respetados y realizados. El contenido se ha adaptado al contexto de las instituciones y organismos de la UE.
A pesar de las leyes para prevenir la discriminación en el lugar de trabajo, las mujeres siguen estando poco representadas en los puestos de responsabilidad, reciben una remuneración inferior a la de los hombres y son objeto de un acoso sexual desproporcionado. Los hombres también pueden ser objeto de discriminación, por ejemplo cuando no se ajustan a los estereotipos pidiendo ayuda o mostrando empatía.
El manual de la EIGE muestra cómo un desequilibrio inconsciente sustenta la forma desigual en que se trata a las mujeres y los hombres en el trabajo. Aunque el sexismo abierto está prohibido por la legislación de la UE, muchos lugares de trabajo están moldeados por creencias sexistas sobre la naturaleza fundamental de las mujeres y los hombres, por ejemplo, que los hombres son dominantes mientras que las mujeres se ocupan de los demás. Esto repercute en las perspectivas de carrera y en el comportamiento cotidiano en el lugar de trabajo, ya que es más frecuente que a las mujeres se les asignen tareas que no contribuyen al ascenso.
Los testimonios de los empleados de la UE que figuran en el manual muestran que la percepción del sexismo sigue existiendo en las instituciones y organismos de la UE.
Para ayudar a las organizaciones a erradicar los prejuicios inconscientes, el manual explica qué es el sexismo, proporciona una lista de control para que las organizaciones evalúen su desempeño y ofrece consejos sobre cómo abordar el comportamiento sexista y las prácticas en el lugar de trabajo.
El sexismo es ineficiente ya que retiene a los empleados y los canaliza hacia los roles equivocados. Esto hace que las organizaciones pierdan todo el potencial de sus empleados. El sexismo también puede dañar la imagen de una organización y socavar las iniciativas de diversidad e inclusión. Si bien las leyes contra el acoso y la discriminación son esenciales, las organizaciones también deben implementar un cambio cultural para erradicar completamente el sexismo.
Dado que la mayoría de las instituciones de la UE están dirigidas por hombres, mientras que sólo el 34% de los puestos más altos de la administración pública de la UE están ocupados por mujeres, la orientación del manual de la AIE puede ayudar a cambiar el rostro de la UE para representar mejor la realidad de sus ciudadanos. También debería contribuir a que la institución y los organismos de la UE se acerquen un poco más a la consecución del valor fundacional de la igualdad de género de la UE.
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