Existe un vínculo directo entre la división desigual de los cuidados no remunerados en los hogares y la desigualdad de género en el mercado laboral, según un estudio del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE).
En toda la UE, la mayor parte del trabajo de cuidado no remunerado lo realizan las mujeres, con un 92 % que proporciona cuidado no remunerado varios días a la semana, frente al 68 % de los hombres. Las mujeres empleadas también hacen más de lo que les corresponde en el trabajo de cuidado no remunerado. En toda la UE, pasan 90 minutos más al día que los hombres empleados en cuidados no remunerados.
«Los beneficios de dividir el trabajo de cuidado más equitativamente son claros. Los países con una distribución más equitativa del servicio de cuidado no remunerado entre mujeres y hombres, tienden a tener tasas de empleo más altas para las mujeres y menores brechas de género en los ingresos», dijo Carlien Scheele, Directora de la EIGE.
Equilibrar la brecha del cuidado
El reparto desigual de los cuidados limita las perspectivas de trabajo de las mujeres y es una de las principales razones de la diferencia de salarios entre ambos géneros. Una forma de equilibrar el reparto desigual del trabajo de cuidado no remunerado es mediante el uso de servicios de guardería. La investigación de EIGE muestra que los servicios de cuidado de niños conducen a un mayor rendimiento financiero para las mujeres, en comparación con los hombres. Se estima que las mujeres con niños menores de 12 años que utilizan los servicios de guardería al menos 14 horas a la semana ganan un 4,8% más por hora, en comparación con las mujeres que no subcontratan los servicios de guardería. La diferencia estimada para los hombres es del 2,6%. Sin embargo, el 14% de los hogares en toda la UE informan de necesidades no satisfechas de servicios de guardería. Para la mitad de ellos, es debido al costo inasequible.
Desigualdad de género en el sector de la asistencia remunerada
La pandemia del Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la atención para el buen funcionamiento de la sociedad y la economía. Sin embargo, la suposición de que el cuidado sigue siendo un trabajo de mujeres, incluso cuando es remunerado, contribuye a su infravaloración. En la actualidad, las mujeres constituyen 37 millones de los 49 millones de trabajadores de cuidados en la UE. Muchas de ellas se encuentran en trabajos temporales y mal pagados, con escasas perspectivas de futuro profesional.
¿Qué tiene que cambiar?
Para una distribución más justa del servicio de cuidado no remunerado, necesitamos un enfoque dual que apoye tanto una distribución equitativa del cuidado a nivel familiar como servicios de atención accesibles y de calidad. En primer lugar, necesitamos cambios a nivel de la familia, para que un reparto igualitario de las labores de cuidado entre mujeres y hombres se convierta en la norma. En segundo lugar, es importante que las personas tengan acceso a servicios de cuidado profesionales y asequibles que puedan ayudar a hacer frente a las crecientes necesidades de cuidado que se esperan en la UE a medida que la población envejece.
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