Europa es líder mundial en la producción de robots; por ejemplo, ¡una cuarta parte de los robots industriales del mundo se producen en Europa!
Esta industria desempeña un papel clave en la transformación digital de nuestras sociedades y economías que, combinada con la Inteligencia Artificial (IA), tendrá probablemente un efecto tremendamente disruptivo.
Los robots pueden utilizarse para apoyar a los humanos en la realización de tareas tediosas, peligrosas o arriesgadas, pueden ayudarnos a aumentar nuestro bienestar social y mejorar la forma de aprender, permitiéndonos desarrollar nuestro potencial al máximo.
La Comisión Europea se esfuerza por aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación digital para mejorar la economía de la UE: la robótica es un sector emblemático, en el que Europa debe mantener su ventaja competitiva, garantizando al mismo tiempo la soberanía tecnológica y manteniéndose estrictamente fiel a nuestros valores sociales y éticos.
Según el informe recientemente publicado de la conferencia «¿Qué futuro para la robótica europea?», organizada por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea a principios de este año, es necesaria una intervención pública decisiva, ágil, horizontal, coordinada y multidisciplinar para maximizar los beneficios de la robótica, abordar sus retos y minimizar los efectos negativos.
La Comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, dijo en su discurso de apertura de la conferencia: «Esperamos que los robots ayuden a nuestras sociedades a llevar a cabo con éxito las transiciones digital y ecológica y se espera que tengan un impacto concreto y directo en la vida cotidiana de todos los ciudadanos (…). Necesitamos una política basada en pruebas en este campo para comprender el impacto de las intervenciones de los robots en el comportamiento humano. Necesitamos avanzar en nuestra comprensión y conocimientos sobre el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, la informática, la visión por ordenador y los sistemas complejos de control de robots».
El Vicepresidente de Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva, Maroš Šefčovič, dijo en su discurso de apertura «La Unión Europea es desde hace tiempo líder mundial en la investigación y el desarrollo de la robótica y la IA. La robótica puede hacer que nuestra industria sea más competitiva y sostenible, al tiempo que ayuda a resolver los principales retos de la sociedad (…). Aprovechar al máximo las nuevas tecnologías, sobre todo en el campo de la IA y la robótica, es primordial si queremos superar los retos -y aprovechar al máximo las oportunidades- que tenemos ante nosotros».
Principales conclusiones de la conferencia
La Comisión Europea está presentando una amplia cartera de iniciativas políticas para garantizar que nadie se quede atrás y para establecer un marco jurídico adecuado. La robótica se situó entre las principales prioridades en la revisión del Plan Coordinado sobre Inteligencia Artificial, mientras que el reglamento horizontal sobre Inteligencia Artificial propone condiciones para el uso de aplicaciones de IA de alto riesgo.
Además, la propuesta de Reglamento sobre productos de maquinaria -una legislación central para la seguridad de los robots en la UE- refuerza los requisitos para los nuevos robots autónomos emergentes.
La robótica también podría ser clave para la recuperación pospandémica en la UE, si nos aseguramos de apoyar la innovación regional, las empresas de nueva creación, una mayor participación del sector público y la garantía de una ventaja competitiva.
Entre las recomendaciones incluidas en el informe -que son el resultado de una serie de debates de tres días de duración entre líderes de la industria, el mundo académico y los responsables políticos- se menciona la necesidad de que el diseño y el desarrollo de los robots respeten los derechos humanos, así como de mantener a los humanos al mando, y de prever medidas contra cualquier impacto medioambiental negativo.
El consejo que se da a los responsables políticos es que se aseguren de que se realicen evaluaciones tecnológicas éticas antes de desplegar la tecnología de IA/robótica, y que consideren un marco regulador para minimizar los riesgos para los niños durante la interacción social niño-robot.
Esto ya se refleja en otras iniciativas de la Comisión, como la revisión de la Directiva sobre máquinas, que se centra en diversos elementos como la seguridad de los robots, la interacción hombre-máquina y la transparencia, o la Directiva sobre responsabilidad de los productos, en la que se aclararán más las normas de indemnización a los clientes a los que se hayan causado daños por el uso de IA y robots.
Vea las principales conclusiones de la Conferencia:
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