Tras haberse mantenido fuerte en el primer semestre, la economía de la UE entra ahora en una fase mucho más complicada. Las perturbaciones provocadas por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania están haciendo mella en la demanda mundial y reforzando las presiones inflacionistas.
La UE se encuentra entre las economías avanzadas más expuestas, debido a su proximidad geográfica a la guerra y a su fuerte dependencia de las importaciones de gas de Rusia. La crisis energética está erosionando el poder adquisitivo de los hogares y lastrando la producción. El clima económico ha caído notablemente. A consecuencia de ello, aunque se espera que el crecimiento en 2022 sea mejor que el previsto anteriormente, las perspectivas para 2023 son significativamente más débiles en cuanto a crecimiento y más elevadas en cuanto a inflación en comparación con las previsiones intermedias de verano de la Comisión Europea.
El crecimiento se contraerá significativamente a finales de año
El crecimiento del PIB real en la UE superó las expectativas en el primer semestre de 2022, gracias al marcado repunte del consumo privado, especialmente en servicios, tras la relajación de las medidas de contención de la COVID-19. La expansión prosiguió en el tercer trimestre, aunque a un ritmo considerablemente más lento.
En un contexto de elevada incertidumbre, de fuertes presiones sobre los precios de la energía, de erosión del poder adquisitivo de los hogares, de un entorno exterior más débil y de unas condiciones de financiación más restrictivas, se prevé que la UE, la zona del euro y la mayoría de los Estados miembros entren en recesión en el último trimestre del año. No obstante, se espera que el fuerte tirón de 2021 y el sólido crecimiento registrado en el primer semestre del año impulsen el crecimiento del PIB real en 2022 en su conjunto hasta el 3,3 % en la UE (3,2 % en la zona del euro), muy por encima del 2,7 % pronosticado en las previsiones intermedias de verano.
Mientras la inflación siga haciendo mella en los ingresos disponibles de los hogares, se prevé que la contracción de la actividad económica prosiga en el primer trimestre de 2023. Se espera que el crecimiento vuelva a Europa en primavera, a medida que la inflación afloje gradualmente la presión que ejerce sobre la economía. Sin embargo, con los potentes factores adversos que siguen frenando la demanda, se prevé que la actividad económica sea moderada, con un crecimiento del PIB del 0,3 % en 2023 en su conjunto, tanto en la UE como en la zona del euro.
Para 2024, se prevé que el crecimiento económico recupere progresivamente el impulso, con una media del 1,6 % en la UE y del 1,5 % en la zona del euro.
European Economic Forecast. Summer 2022
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La inflación debe alcanzar aún su máximo antes de disminuir gradualmente
Se prevé que los datos de inflación superiores a lo previsto de los diez primeros meses de 2022 y el aumento de las presiones sobre los precios empujen la inflación a su máximo a finales de año y eleven la proyección anual de la tasa de inflación al 9,3 % en la UE y al 8,5 % en la zona del euro. Se espera que la inflación disminuya en 2023 pero siga elevada, en el 7,0 % en la UE y en el 6,1 % en la zona del euro, antes de moderarse en 2024 hasta situarse en el 3,0 % y el 2,6 %, respectivamente.
En comparación con las previsiones intermedias de verano, esto representa una revisión al alza de casi un punto porcentual para 2022 y de más de dos puntos en 2023. La revisión refleja principalmente el aumento significativo de los precios al por mayor del gas y la electricidad, que ejercen presión sobre los precios al por menor de la energía, así como sobre la mayoría de los bienes y servicios de la cesta de consumo.
El mercado de trabajo más fuerte en décadas mantendrá su resiliencia
A pesar del difícil entorno, el mercado laboral ha seguido registrando buenos resultados, con el empleo y la participación en su nivel más alto y el desempleo en su nivel más bajo en décadas. La fuerte expansión económica llevó a otros 2 millones de personas al empleo en el primer semestre de 2022, lo que eleva el número de personas empleadas en la UE a un máximo histórico de 213,4 millones. La tasa de desempleo se mantuvo en un nivel récord del 6,0 % en septiembre.
Se espera que los mercados de trabajo reaccionen con cierto retraso a la ralentización de la actividad económica, pero que sigan siendo resilientes. Se prevé que el crecimiento del empleo en la UE se sitúe en el 1,8 % en 2022, antes de estancarse en 2023 y subir moderadamente hasta el 0,4 % en 2024.
Se prevé que las tasas de desempleo en la UE se sitúen en el 6,2 % en 2022, el 6,5 % en 2023 y el 6,4 % en 2024.
El bajo crecimiento, la elevada inflación y las medidas de apoyo energético lastran los déficits
El fuerte crecimiento nominal en los tres primeros trimestres del año y la eliminación progresiva de las ayudas relacionadas con la pandemia han impulsado una nueva reducción del déficit público en 2022, a pesar de las nuevas medidas adoptadas para mitigar los efectos del aumento de los precios de la energía en los hogares y las empresas. Tras caer hasta el 4,6 % del PIB en 2021 (5,1 % en la zona del euro), se prevé que el déficit de la UE siga disminuyendo hasta el 3,4 % del PIB este año (3,5 % en la zona del euro).
No obstante, en 2023, el déficit público agregado volverá a repuntar ligeramente (hasta el 3,6 % en la UE y el 3,7 % en la zona del euro) a medida que se debilite la actividad económica, aumenten los gastos por intereses y los Gobiernos amplíen o introduzcan nuevas medidas discrecionales para mitigar el impacto de los elevados precios de la energía. Su retirada prevista en el transcurso de 2023 y la reanudación del crecimiento deberían reducir la presión sobre las arcas públicas a partir de entonces. Como consecuencia de ello, se prevé que el déficit se sitúe en el 3,2 % del PIB en la UE y en el 3,3 % en la zona del euro en 2024.
Durante el período de previsión, se espera una nueva reducción de la ratio de endeudamiento público con respecto al PIB en la UE, que pasaría del 89,4 % del PIB en 2021 al 84,1 % del PIB en 2024 (y del 97,1 % al 91,4 % en la zona del euro).
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Grado excepcional de incertidumbre
Las perspectivas económicas siguen rodeadas de un grado excepcional de incertidumbre, ya que continúa la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y las posibilidades de nuevas perturbaciones económicas distan mucho de haberse agotado.
La principal amenaza proviene de la evolución adversa del mercado del gas y del riesgo de escasez, especialmente en el invierno de 2023-2024. Más allá del suministro de gas, la UE sigue estando directa e indirectamente expuesta a nuevas perturbaciones en otros mercados de materias primas provocadas por las tensiones geopolíticas.
También siguen siendo importantes factores de riesgo una inflación más duradera y los posibles ajustes desordenados en los mercados financieros mundiales ante el nuevo entorno de tipos de interés elevados. Ambos se ven amplificados por el potencial de incoherencia entre los objetivos de política fiscal y de política monetaria.
Más información: Comisión Europea – Comunicado de prensa
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