Asociados en su origen a las criptomonedas, los ‘blockchains’ (o bloques de cadenas) y la tecnología de libro mayor distribuido (DLT) son, de hecho, muy versátiles y pueden aplicarse de forma útil a la economía social. Sin embargo, es importante regularlas adecuadamente y orientarlas para que beneficien a todos y permitiendo la participación de todos, afirma el CESE en un nuevo informe.
Si bien el uso a gran escala de estas tecnologías está vinculado a la propagación de las criptomonedas, especialmente del Bitcoin, es innegable que también tienen un potencial social, cultural, político y económico.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha elaborado una larga lista de posibles aplicaciones para la cadena de bloques y la DLT que pueden ser de gran interés para las empresas de la economía social, entre ellas:
- el seguimiento de las donaciones y la recaudación de fondos. Los donantes podrían seguir el flujo y el destino de los fondos donados a las ONG. Por otra parte, las ONG podrían informar detalladamente sobre cada flujo de gasto, asegurando que el dinero invertido se utilice realmente para el fin previsto;
- mejorar la gobernanza de las organizaciones de la economía social, hacer que la consulta a los miembros y el voto sean más seguros y rastreables, facilitando la participación incluso en los casos en que los miembros están repartidos geográficamente o son demasiado numerosos como para celebrar asambleas generales tradicionales;
- la autenticación de las actividades realizadas a distancia por asociaciones y cooperativas que trabajan en el ámbito de la educación, la formación o el ocio, o la puesta en escena de producciones artísticas e intelectuales;
- certificar competencias, garantizando la seguridad de las cualificaciones y los diplomas en formato digital;
- hacer que los derechos de propiedad intelectual y los derechos de autor sean más claros y seguros, estableciendo «contratos inteligentes» para la transferencia de contenidos;
- ofrecer sistemas seguros de telemedicina y atención electrónica. Un gran número de organizaciones de la economía social participan en la asistencia sanitaria y social situadas muy cerca de las personas que las necesitan, incluso en zonas descentralizadas en las que esta aplicación podría tener un impacto considerable en la calidad de vida de las personas;
- hacer que los productos agrícolas sean plenamente rastreables e identificables, evitando el fraude y la falsificación. Muchas cooperativas agrícolas consideran esta aplicación con gran interés.
No obstante, el enorme potencial de las nuevas tecnologías digitales, junto con las considerables inversiones necesarias, expone también a la tecnología de los ‘blockchains’ al riesgo de concentración, de que las redes de datos y tecnológicas se vean sometidas a la especulación y al acaparamiento en manos de los pocos agentes o países capaces de realizar grandes inversiones, advierte el CESE.
«No queremos ver una brecha digital que cree más desigualdad e injusticia. No queremos que surja una nueva élite de personas que están familiarizadas con las nuevas tecnologías y que acaban excluyendo a otras de la economía y del mercado. Es importante que existan medidas públicas para apoyar el desarrollo de estas tecnologías de forma participativa y accesible. Y la participación de la sociedad civil es imperativa para garantizar que no se pierda el potencial democrático», subraya el CESE.
La regulación de la UE tiene sentido porque esta tecnología utiliza cadenas que pueden crearse independientemente de las fronteras nacionales. Por lo tanto, la UE debe participar en este sector y coordinar sus esfuerzos, afirma el CESE. Las grandes inversiones necesarias requieren una acción europea coordinada y estructurada.
Antecedentes
La tecnología de los ‘blockchains’ es un protocolo de TI (tecnologías de la información) que data de los años 90, cuyo desarrollo está ligado a las criptomonedas. Se trata tanto de un código como de un registro público en el que todas las transacciones entre los participantes en una red se registran una tras otra, con un alto grado de transparencia y de una manera que no puede ser alterada. Cada participante es un eslabón de la cadena, ayudando a validar y almacenar los datos que se intercambian. Esto debería hacer que el procesamiento de datos sea seguro y ayudar a crear confianza mutua entre los participantes. Blockchain es, por lo tanto, una herramienta atractiva para redefinir la seguridad en las transacciones digitales.
Más información
Accede a la noticia completa
Blockchain and the EU Single Market: what next? (own-initiative opinion)
Más información en la sección de Mercado en la UE
Más información en la sección de I+I
Deja una respuesta