Mercado en la Unión Europea

Los derechos de propiedad intelectual (DPI), como activos intangibles, son un factor clave para la competitividad de las empresas en la economía mundial. La propiedad intelectual es un método primordial para garantizar el rendimiento de la inversión en innovación y es especialmente relevante para las pequeñas y medianas empresas (PYME) a medida que internacionalizan sus negocios a zonas como el sudeste asiático. Aunque las PYME suelen disponer de tiempo y recursos limitados, es importante ser conscientes del valor que puede tener la propiedad intelectual para las empresas. Además de ser una forma de proteger las innovaciones frente a los competidores, los activos de propiedad intelectual también pueden ser una importante fuente de liquidez para las PYME a través de acuerdos de licencia o de venta de propiedad intelectual, así como un importante factor de estímulo

La encuesta estándar del Eurobarómetro del invierno 2021-2022 (EB96) se realizó en 39 países o territorios: los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE), los cinco países candidatos (Albania, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia y Turquía), la comunidad turcochipriota en la parte del país no controlada por el Gobierno de la República de Chipre, y en Bosnia y Herzegovina, Islandia, Kosovo1, Noruega, Suiza y el Reino Unido. Esta encuesta se realizó entre el 18 de enero y el 14 de febrero de 2022, es decir, diez días antes del inicio de la invasión rusa en Ucrania. El informe completo de la encuesta estándar del Eurobarómetro 96 consta de varios volúmenes. El primer volumen presenta los resultados de las preguntas generales sobre el estado de la opinión pública en la Unión Europea. Otros cuatro volúmenes presentan las opiniones de los europeos sobre los siguientes temas La ciudadanía europea; la pandemia de COVID-19 (coronavirus); las prioridades de la Unión Europea y los usos de los medios de comunicación en la Unión Europea.

Race/racial origin and/or ethnic origin are social constructs and as such they are weak proxies for the genetic diversity of humankind. While some individuals may self-identify as ‘white’ or ‘black’, racism and racial or ethnic discrimination are often shaped by how society categorises individuals in racialised terms. Ideas about race/racial origin are often ascribed to or imposed on people, and individuals or groups can be racialised by others in ways that negatively affect their experiences and how they are treated. The social construct of race/racial origin is distinct from but may overlap with how people identify themselves, which can be much more varied and complex.

El origen racial o étnico son construcciones sociales y, como tales, son variables sustitutivas débiles para la diversidad genética de la humanidad. Si bien algunas personas pueden identificarse como «blancas» o «negras», el racismo y la discriminación racial o étnica suelen estar condicionados por la forma en que la sociedad clasifica a las personas en términos raciales. A menudo se atribuyen o se imponen a las personas ideas sobre el origen racial, y las personas individuales o grupos pueden ser juzgados en términos raciales de formas que afectan negativamente a sus experiencias y al trato que reciben por parte de los demás. El constructo social de origen racial es distinto, pero puede solaparse con la manera en que las personas se identifican a sí mismas, que puede ser mucho más variada y compleja.

El CCI-Geel se fundó en 1957 en virtud del Tratado de Roma (Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, artículo 8) y comenzó a funcionar, en 1960, con el nombre de «Oficina Central de Mediciones Nucleares (CBNM)». En 1993, pasó a llamarse «Instituto de Materiales y Medidas de Referencia (IRMM)» para reflejar la nueva misión del Instituto, que abarca una gama más amplia de ámbitos científicos, incluida la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente. El 1 de julio de 2016, como parte de una importante reorganización del CCI, el centro pasó a llamarse «JRC-Geel».

Microcredentials are not new. They have been in use in various countries and education and training sectors; they have played a role, among others, in the certification of IT courses or health workers’ professional development. Ireland has awarded them for more than 20 years, in areas such as college education. In more recent years, microcredentials have proliferated across Europe and are now offered at various levels in public and private general and vocational education and training (VET). However, only recently have microcredentials gained EU-wide attention in policy debates. Most countries, as yet, have no official definition. Even the term ‘microcredentials’ is not well-known, with certificates for short learning formats being referred to in various ways, including ‘micro certifications, ‘badges’ , ‘micro/partial/supplementary qualifications’ and ‘module certificates’.