En 2020, los combustibles fósiles sólidos (carbón) continuaron la tendencia a la baja de los años anteriores y registraron otra caída del 18,3%, disminuyendo por quinto año consecutivo. En comparación con 2015, ha descendido un 40%. Su participación en la combinación de suministros apenas supera el 10%, mientras que en 1990 era del 25,7%.
Aunque el petróleo (34,5%) y el gas natural (23,7%) siguen siendo las fuentes de combustible más importantes en la combinación energética de la UE en 2020, la cuota de las energías renovables sigue aumentando. Tras superar al carbón y a la energía nuclear, las renovables van camino de convertirse en la fuente de energía más importante en una futura economía de la UE neutra desde el punto de vista climático.
Ensuring a fair transition towards climate neutrality (Available in English) |
El petróleo y los productos petrolíferos (excluyendo la parte de biocombustible mezclado) también disminuyeron un 12,6% en 2020, alcanzando los niveles más bajos desde 1990. El gas natural experimentó la misma tendencia, pero a menor escala, disminuyendo un 2,4%. La energía nuclear cayó un 10,7% y también alcanzó los niveles más bajos desde 1990.
Las energías renovables y los biocombustibles continúan su tendencia al alza a largo plazo. Tras superar a los combustibles fósiles sólidos y a la energía nuclear en la década anterior, el siguiente hito hacia una economía más sostenible y libre de carbono sería superar al gas natural.
En el gráfico anterior el código de colores es el siguiente: combustibles fósiles sólidos (azul claro), gas natural (naranja), calor nuclear (rojo claro), petróleo y derivados (verde claro), renovables y biocombustibles (rojo).
Etiquetas energéticas de la UE más sencillas para los productos de iluminación |
El impacto de la COVID-19 es más notable en los productos petrolíferos
En términos de consumo, el impacto de las restricciones relacionadas con COVID-19 en 2020 fue más sustancial en el uso de productos petrolíferos (-10,3%) que en el gas natural (-2,6%) y la electricidad (-3,8%).
Las restricciones de circulación relacionadas con la pandemia afectaron a algunos productos petrolíferos más que a otros combustibles. El combustible de aviación tipo queroseno registró una notable caída (-48,1%), mientras que la gasolina de motor (-13,9%) experimentó un descenso menor.
El petróleo sigue siendo el combustible más importante en el uso final, con una cuota del 35,0%, seguido de la electricidad, con un 23,2%, y el gas natural, con un 21,9%.
En el gráfico anterior el código de colores es el siguiente: combustibles fósiles sólidos (azul claro), gas natural (naranja), calor nuclear (rojo claro), petróleo y derivados (verde claro), renovables y biocombustibles (rojo).
Evolución de los precios de la electricidad |
Deja una respuesta