Con una puntuación de 67,9 sobre 100, la UE se encuentra al menos a 60 años de alcanzar la completa igualdad de género, de continuar al ritmo actual. El último Índice de Igualdad de Género del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) muestra que la UE está mejorando sólo medio punto cada año.
Entre los Estados miembros, Suecia, Dinamarca y Francia mantienen los primeros puestos. El premio a los países que más han mejorado corresponde a Italia, Luxemburgo y Malta, cada uno de los cuales ha ganado alrededor de 10 puntos desde 2010. Grecia, Hungría y Rumania van a la zaga del resto.
El poder que impulsa el progreso
La mejora de la igualdad de género en la toma de decisiones es el principal motor del progreso en la UE. El ámbito de poder, el cual mide la participación de las mujeres y los hombres en la toma de decisiones en las áreas de política, economía, medios de comunicación, investigación y deportes, representa el 65 % de todos los avances en el Índice desde 2010. No obstante, con una puntuación de 53,5 sobre 100, sigue siendo el dominio de menor puntuación.
Las mejoras han sido mayores en el sector privado, en gran parte debido a la mejora del equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas. Bélgica, Dinamarca, Alemania, Italia, los Países Bajos, Finlandia, Suecia y el Reino Unido tienen casi un tercio de mujeres en los consejos de administración de sus empresas. Francia es el único país que tiene más del 40%. Aunque estos países han ayudado a mejorar la puntuación en este ámbito, el ritmo de cambio pronto se reducirá a menos que otros países empiecen a ponerse al día.
La segregación nos frena
Uno de los mayores problemas que frenan la igualdad de género es la segregación en la educación y el trabajo. Esto significa una concentración de mujeres u hombres en ciertas materias o trabajos. A pesar de los esfuerzos por abordar este problema, como las iniciativas especiales para alentar a las mujeres a estudiar ciencias, ingeniería o TIC, la segregación ha aumentado desde 2010. En la UE, sólo dos de cada diez puestos de trabajo en el sector de las TIC están ocupados por mujeres. En el sector de la asistencia, hay escasez de hombres. Representan sólo el 15% de los trabajadores de enfermería, partería y cuidados personales en los servicios de salud.
El mundo digital y el futuro del trabajo
El índice de este año se centra especialmente en los efectos de la digitalización en la vida laboral de mujeres y hombres. Las mujeres se enfrentan a un riesgo ligeramente mayor de ser reemplazadas en sus trabajos por robots y están poco representadas en el desarrollo de la inteligencia artificial, las empresas digitales de nueva creación y los productos de alta tecnología como las naves espaciales, las fibras ópticas, los láseres y los microchips. En general, los hombres dominan el desarrollo de las nuevas tecnologías en toda la UE.
Resulta interesante que la expansión del trabajo organizado a través de plataformas online está reproduciendo las tradicionales desigualdades de género, como la brecha salarial entre hombres y mujeres y la segregación de género. Por ejemplo, es más probable que los hombres trabajen en el desarrollo de software o en la entrega de alimentos, mientras que las mujeres trabajan más en la traducción online o en los servicios domésticos.
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Noticia completa – Instituto Europeo por la Igualdad de Género
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