La tecnología Blockchain es una estructura matemática para almacenar datos de una manera que limita la corrupción y los datos falsos.
La tecnología Blockchain tiene el potencial de transformar la sociedad, pero existe la necesidad de claridad jurídica y un enfoque común dentro de la UE. El Comité Económico y Social Europeo (CESE) el 30 de octubre, pide a la Comisión Europea que lance una iniciativa integral para hacer de la UE un líder global en este campo.
Esta tecnología puede aplicarse en muchos sectores para, por ejemplo, aumentar la seguridad y la transparencia, o contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, aún deben abordarse varios desafíos.
Las instituciones de la UE ya han tomado algunas medidas para apoyar la tecnología blockchain. En abril de 2018, la Comisión Europea, junto con 21 Estados miembros y Noruega, firmó una declaración para crear la Asociación Europea de Blockchain (EBP) y cooperar para establecer la Infraestructura Europea de Servicios de Blockchain (EBSI). El objetivo era fomentar los servicios públicos digitales transfronterizos con los más altos estándares de seguridad y privacidad.
Antecedentes
La tecnología Blockchain se remonta a la década de 1990, cuyo desarrollo está vinculado a las criptomonedas. Es tanto un código como un registro público en el que todas las transacciones entre los participantes en una red se registran una tras otra, con un alto grado de transparencia y de una manera que no se puede alterar. Cada participante es un enlace en la cadena, lo que ayuda a validar y almacenar los datos que se intercambian. Esto tiene como objetivo hacer que el procesamiento de datos sea seguro. Blockchain es, por lo tanto, una herramienta atractiva para redefinir la seguridad en las transacciones digitales.
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