Lanzada el 26 de mayo como un producto único y armonizado desarrollado por la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y el Centro Común de Investigación (CCI), la base de datos FIGARO proporciona un acceso coherente a las cifras procedentes de diferentes fuentes nacionales, como empresas, industrias, comercio y cuentas macroeconómicas de todos los Estados miembros de la UE y sus principales socios comerciales.
El objetivo de la base de datos FIGARO es ayudar a evaluar el impacto socioeconómico y medioambiental de las políticas de la Unión Europea.
La base de datos incluye cifras para el periodo 2010-2019, relativas a más de 60 industrias de los 27 Estados miembros de la UE, así como de los países del G20, Noruega y Suiza.
Todas las partes interesadas de la UE, tanto del sector lucrativo como del no lucrativo, podrán utilizar la base de datos para comprender mejor los vínculos entre las industrias y las decisiones económicas adoptadas por los países, especialmente las relativas a la deslocalización de determinadas actividades o la evaluación de los riesgos de interrupción de las cadenas de suministro.
Por ejemplo, los cuadros en los que se basa la base de datos FIGARO resultaron útiles en las últimas Previsiones Económicas de Primavera 2021 para modelizar el grado de exposición de la UE a la demanda de Estados Unidos de productos producidos en la UE, incluidos los demandados a través de terceros países y la integración de la cadena de valor.
En concreto, de cada 6 millones de euros de exportaciones de la zona del euro, 1 millón está vinculado a la demanda estadounidense.
Entre otros, los economistas, los ecologistas, los expertos en comercio, las universidades y los institutos de investigación económica internacional también pueden utilizar la base de datos FIGARO para analizar las relaciones interindustriales entre la UE y los países, incluidas las cadenas de valor mundiales.
Como ejemplos adicionales, la base de datos FIGARO puede ser útil para estimar el valor añadido y los puestos de trabajo vinculados a las actividades de exportación (por ejemplo, en las industrias del automóvil o de los productos farmacéuticos), incluidos los de las empresas que suministran insumos a los exportadores, así como para medir la huella medioambiental mundial del consumo de los ciudadanos de la UE.
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