La Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA), junto con las autoridades nacionales competentes, está siguiendo muy de cerca la situación teniendo en cuenta los continuos efectos del brote de COVID-19 en los mercados financieros de la Unión Europea (UE).
Tras el debate de la Junta de Supervisores en el que se examinó la situación del mercado y las medidas de contingencia adoptadas por las entidades supervisadas, la AEVM formula las siguientes recomendaciones a los participantes en el mercado financiero:
- La planificación relativa a la continuidad de las operaciones – Todos los participantes de los mercados financieros, incluidas las infraestructuras, deben estar preparados para aplicar sus planes de contingencia, incluyendo el despliegue de medidas de continuidad de las operaciones, para garantizar la continuidad operativa de acuerdo con las obligaciones reglamentarias;
- Información sobre la situación del mercado: los emisores deben comunicar lo antes posible toda información significativa pertinente relativa a los efectos de COVID-19 en sus fundamentos, perspectivas o situación financiera, de acuerdo con las obligaciones de transparencia que les incumben en virtud del Reglamento sobre abuso del mercado;
- Informes financieros – los emisores deben proporcionar transparencia sobre los impactos reales y potenciales de COVID-19, en la medida de lo posible en base a una evaluación tanto cualitativa como cuantitativa de sus actividades comerciales, situación financiera y rendimiento económico en su informe financiero de fin de año de 2019 si aún no se han finalizado o de otra manera en sus divulgaciones de informes financieros provisionales; y
- Gestión de fondos – los administradores de activos deben seguir aplicando los requisitos sobre la gestión de riesgos y reaccionar en consecuencia.
La ESMA, en coordinación con las autoridades nacionales competentes, sigue vigilando la evolución de los mercados financieros como consecuencia de la situación de COVID-19 y está dispuesta a utilizar sus capacidades para garantizar el buen funcionamiento de los mercados, la estabilidad financiera y la protección de los inversores.
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