La invasión rusa de Ucrania tiene repercusiones mucho más allá de sus fronteras. Tres meses después de la brutal e insensata agresión rusa, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) advierte de una crisis mundial de alimentos y de la inminente amenaza de hambruna, como consecuencia de la guerra.
Conocida como el granero de Europa, Ucrania ha sido durante mucho tiempo uno de los principales productores y exportadores agrícolas del mundo. En su intento de subyugar a Ucrania, Rusia ha atacado los almacenes de alimentos, ha robado cosechas y equipos agrícolas, ha destruido las capacidades de procesamiento y transporte de alimentos en Ucrania y, sobre todo, ha bloqueado los puertos ucranianos en el Mar Negro para impedir la exportación del grano ucraniano.
Las acciones de Rusia están desestabilizando directamente los mercados alimentarios mundiales, mientras que la desinformación rusa está exacerbando las tensiones en un intento de desviar la culpa y socavar el apoyo mundial a Ucrania.
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El ecosistema de desinformación del Kremlin trata de convencer al público mundial de que las sanciones internacionales impuestas a Rusia son las culpables de la subida de los precios de los alimentos y el combustible. Estos mensajes se han difundido en múltiples idiomas, en Europa, su vecindad y más allá, y los medios de comunicación chinos se han hecho eco de ellos, potenciando su alcance mundial.
De hecho, las sanciones internacionales impuestas a Rusia tienen como objetivo la capacidad del Kremlin para financiar su agresión militar -la principal causa de la inminente crisis alimentaria- y no el sector agrícola. Las sanciones tienen exenciones relativas a la exportación y a las transacciones relacionadas con los alimentos y los productos agrícolas.
Rusia también está utilizando los foros diplomáticos para alegar que Ucrania está transportando grano a la UE, para pagar a Occidente por el suministro de armas, lo que ilustra una vez más que los diplomáticos rusos se han convertido en parte de la maquinaria de desinformación del Kremlin. También los funcionarios electos de Rusia: según el Presidente de la Duma Estatal de Rusia, en lugar de ayudar a Ucrania, Washington está organizando una hambruna en Ucrania. Otros mensajes de desinformación similares afirman que es Ucrania la que bloquea los barcos en sus propios puertos, una afirmación desmentida por los verificadores de hechos ucranianos.
En particular, los anteriores mensajes de desinformación pro-Kremlin dirigidos al público mundial presentaban la agresión de Rusia contra Ucrania como una respuesta a un «complot occidental». Ahora estas narrativas ayudan a enmarcar las mentiras sobre la seguridad alimentaria mundial: «la culpa es de Occidente».
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Para el público de habla rusa, los medios pro-Kremlin tienen algo aún más insidioso. A lo largo de los años, los medios de desinformación han negado sistemáticamente el Holodomor, una hambruna provocada por Stalin para destruir al campesinado ucraniano, que se cobró millones de vidas en la década de 1930. Ahora, los medios pro-Kremlin afirman que Rusia es la que impide que Kiev organice un nuevo Holodomor en Ucrania, bloqueando los puertos ucranianos en el Mar Negro. De manera típicamente orwelliana, Rusia, cuyas acciones están diseñando una crisis alimentaria mundial, se presenta como el «salvador».
Más información: EU vs Disinfo – Comunicado de prensa
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