El pasado martes por la mañana, Finlandia y Suecia entregaron simultáneamente sus cartas oficiales de solicitud de ingreso en la OTAN, un paso trascendental para los dos países históricamente no alineados militarmente. La decisión fue una reacción directa a la guerra de Rusia en Ucrania. Según el presidente finlandés, Sauli Niinistö, «la concatenación de acontecimientos que condujeron a las solicitudes comenzó en diciembre pasado, con una declaración de Moscú en la que exigía, entre otras cosas, que la OTAN no aceptara nuevos miembros». El Presidente Niinistö sugirió a los rusos que «se miraran en el espejo» para encontrar las razones de la decisión finlandesa.
Como el ataque a la OTAN es uno de los favoritos del Kremlin desde hace mucho tiempo, ya que aparece en casi 1500 casos de EUvsDisinfo, la noticia no pasó desapercibida para el ecosistema de desinformación pro-Kremlin. Algunos de los últimos argumentos afirman que «Finlandia y Suecia son arrastradas a la OTAN para hacer la guerra contra Rusia», que «la OTAN está a punto de colapsar y no haría ningún bien a Finlandia y Suecia», y que «el armamento de la OTAN agotaría las finanzas públicas provocando problemas de bienestar».
Luego llegó el evidente cambio de tono de Putin en su discurso en la cumbre de la OTSC del 16 de mayo. Ahora, según Putin, Rusia no tiene ningún problema con Finlandia y Suecia, ya que su ingreso en la OTAN no supondría una amenaza para Rusia, pero Moscú sí se opondrá a que la infraestructura militar de la OTAN esté cerca de Rusia. Las principales narrativas de desinformación están ahora en su mayoría en línea con los comentarios de Putin. Al darse cuenta de que no puede impedir que Finlandia y Suecia entreguen sus solicitudes de adhesión, Putin resta importancia a la evidente derrota de su política para impedir la ampliación de la OTAN -o «expansión», para usar la jerga engañosa del Kremlin. La última vez que Rusia lo exigió fue en diciembre de 2021 en dos propuestas de tratado a Estados Unidos y a la OTAN.
Otros comentarios se centran en criticar las decisiones, combinadas con un vago ruido de sables, de reciprocidad por el que Rusia se verá obligada a asegurar sus intereses y adaptar su postura de fuerza en dirección a Occidente.
El equilibrismo de China en la guerra de Ucrania
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Hemos ganado Eurovisión no compitiendo y de todas formas es un evento moralmente degradado
En otro orden de cosas, el 14 de mayo, decenas de millones de personas de todo el mundo se reunieron en torno a sus pantallas para disfrutar de Eurovisión, el mayor espectáculo musical en vivo del mundo. Ucrania ganó el concurso con creces, con la Orquesta Kalush, que interpretó una canción llamada «Stefania», que tuvo una gran repercusión. Por lo general, Eurovisión es una celebración colorida y edificante de la música, la diversidad y la solidaridad. Pero no para todos. Si el Grinch fue el encargado de robar la Navidad, el Kremlin -con la prohibición de Rusia de participar en el concurso este año- intentó quitarle toda la diversión al espectáculo.
Al día siguiente, cuando mucha gente aún se estaba recuperando del maratónico espectáculo que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, RIA Novosti publicó dos artículos como reacción a Eurovisión. En el primero, el medio afirmaba que los alemanes estaban indignados por la victoria de Ucrania, y en el segundo, repetían lo mismo sobre el público británico. Es justo, la gente siempre se ha peleado por cuestiones de gusto. Al encontrarse con titulares como éste en medios que se adhieren a cualquier norma profesional o ética del periodismo, uno puede esperar que se haya realizado una especie de estudio para llegar a la conclusión. Pero como siempre, con el Kremlin, hay una trampa. A saber, ambas historias se basaron en nada más que un puñado de comentarios anónimos en línea de las secciones de comentarios del Spiegel y el Daily Mail.
Probablemente no habríamos destacado este incidente si no fuera parte de un patrón. No es ni mucho menos la primera vez que el ecosistema de desinformación del Kremlin utiliza un par de comentarios anónimos en línea para representar la opinión pública de todo un país. De hecho, es uno de los muchos elementos bien establecidos en la caja de herramientas de tácticas, técnicas y procedimientos del Kremlin. En 2021, la Universidad de Cardiff publicó un estudio sobre el mismo tema. Curiosamente, tanto el Daily Mail como el Spiegel aparecieron allí también.
Una victoria bañada en sangre y hambre
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Obviamente, Rusia también tuvo que justificar su ausencia en la competición. Convenientemente, Tsargrad -un conocido medio de comunicación pro-Kremlin propiedad de Konstantin Malofeyev, un oligarca con estrechos vínculos con Putin- publicó un artículo en el que argumentaba que Rusia había ganado Eurovisión, ya que participar en él ya sería una derrota.
El Festival de Eurovisión es, pues, una especie de prisma que refleja la situación actual de los esfuerzos rusos de desinformación y manipulación de la información, y la ausencia de Rusia glorifica el autoaislamiento. El año pasado, una cantante pop de ascendencia tayika, Manizha, provocó el pánico entre los nacionalistas rusos. Un signo de «decadencia occidental». Este año, la ausencia del concurso se presenta como una victoria. Como celebrar el día de la Victoria del 9 de mayo sin una victoria y llamando a un conflicto prolongado con Occidente.
Más información: EUvsDisinfo – Comunicado de prensa
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