A medida que Europa aprende a vivir con la pandemia, el desarrollo y el rápido despliegue mundial de vacunas seguras y eficaces contra la COVID-19 siguen siendo un elemento esencial de la posible solución a la crisis de salud pública.
En este contexto, la Comisión está trabajando para garantizar el acceso a vacunas seguras en toda Europa y anima a coordinar las estrategias de vacunación para el despliegue de las vacunas. La Comisión presenta hoy, de forma previa al debate de los dirigentes de la UE, los elementos clave que los Estados miembros deben tener en cuenta en sus estrategias de vacunación contra la COVID-19 con el fin de preparar a la Unión Europea y a su ciudadanía para cuando se disponga de una vacuna segura y eficaz, así como de establecer los grupos prioritarios en cuanto al orden de vacunación.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado lo siguiente:
«Una vacuna segura y eficaz es nuestra mejor baza para derrotar al coronavirus y volver a nuestra vida normal. Hemos trabajado intensamente para llegar a acuerdos con las empresas farmacéuticas y garantizar futuras dosis. Ahora debemos asegurarnos de que, una vez encontrada una vacuna, estamos plenamente preparados para utilizarla. Con nuestra estrategia de vacunación, estamos ayudando a los países de la UE a preparar sus campañas de vacunación: quién debe vacunarse en primer lugar, cómo conseguir una distribución equitativa y cómo proteger a los más vulnerables. Si queremos que nuestra vacunación tenga éxito, preparémonos ahora para ello».
Los Estados miembros deben garantizar, entre otras cosas:
- que los servicios de vacunación tienen capacidad para suministrar vacunas contra la COVID-19, lo que incluye disponer de trabajadores cualificados y de equipos médicos y de protección;
- que las poblaciones destinatarias tienen un acceso fácil y asequible a las vacunas;
- el despliegue de vacunas con diferentes características y diferentes necesidades de almacenamiento y transporte, en particular en lo que se refiere a la cadena de frío, así como a la capacidad de transporte y almacenamiento refrigerados;
- una comunicación clara sobre las ventajas, los riesgos y la importancia de las vacunas contra la COVID-19, para generar confianza en la población.
Todos los Estados miembros tendrán acceso a las vacunas contra la COVID-19
Todos los Estados miembros tendrán acceso a las vacunas contra la COVID-19 al mismo tiempo en función del tamaño de su población. El número total de dosis de vacunas se verá limitado durante las fases iniciales de despliegue y antes de que pueda incrementarse la producción. Por consiguiente, la Comunicación ofrece ejemplos de grupos prioritarios no clasificados que los países deben tener en cuenta una vez que se disponga de vacunas contra la COVID-19. Entre ellos:
- los trabajadores de los centros de asistencia sanitaria y de cuidados de larga duración;
- las personas mayores de sesenta años;
- las personas que por su estado de salud se encuentran en situación de especial riesgo;
- los trabajadores esenciales;
- las personas que no pueden distanciarse socialmente;
- los grupos más desfavorecidos social y económicamente.
La UE debe seguir atenuando la transmisión del virus a la espera de la llegada de vacunas aprobadas contra la COVID-19, y garantizar paralelamente la continuidad de otros servicios y programas esenciales de asistencia sanitaria y salud pública. Esto puede hacerse protegiendo a los grupos vulnerables y garantizando que la ciudadanía respete las medidas de salud pública. Hasta entonces, y muy probablemente también a lo largo de las fases iniciales de despliegue de la vacunación, los principales instrumentos de salud pública para controlar y gestionar los brotes de COVID-19 seguirán siendo las intervenciones no farmacéuticas, como el distanciamiento físico, el cierre de lugares públicos y la adaptación del entorno de trabajo.
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