La Comisión Europea ha aprobado un sexto contrato en el marco de la estrategia de la Unión en materia de vacunas, esta vez con la empresa farmacéutica Moderna.
El contrato prevé la compra inicial de 80 millones de dosis en nombre de todos los Estados miembros de la Unión, además de la opción de solicitar hasta 80 millones de dosis adicionales, que se suministrarán una vez que la vacuna haya demostrado ser segura y eficaz contra la COVID-19.
El contrato con Moderna amplía la ya extensa cartera de vacunas que se producirán en Europa, que incluye los contratos firmados con AstraZeneca, Sanofi-GSK, Janssen Pharmaceutica NV, BioNTech-Pfizer y el contrato aprobado con CureVac. Esta cartera diversificada de vacunas garantizará que Europa esté bien preparada para la vacunación, una vez que se haya demostrado que las vacunas son seguras y eficaces. Los Estados miembros también pueden decidir donar la vacuna a países de renta baja y media o redirigirla a otros países europeos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado:
«Me complace anunciar el acuerdo de hoy con la empresa Moderna para comprar hasta 160 millones de dosis de su futura vacuna. Este es nuestro sexto contrato con un productor de vacunas, y estamos trabajando en otro más. Estamos creando una de las carteras de vacunas contra la COVID-19 más completas del mundo, para proporcionar a los europeos acceso a las futuras vacunas más prometedoras que se están desarrollando hasta la fecha. Una vacuna segura y eficaz puede ayudarnos a poner fin a la pandemia y a volver gradualmente a la vida normal.»
Moderna es una empresa estadounidense pionera en el desarrollo de una nueva clase de vacunas basadas en el ARN mensajero (ARNm), que es transportado a las células por nanopartículas lipídicas. La plataforma de la vacuna se ha desarrollado a lo largo de la última década. El principio básico es el uso de esta molécula como portadora de datos, con la ayuda de la cual el propio organismo puede producir proteínas y desencadenar una inmunidad duradera a la COVID-19.
La Comisión ha decidido respaldar esta vacuna basándose en una sólida evaluación científica, en la tecnología utilizada y en su capacidad de producción en Europa para abastecer a toda la Unión.
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