Investigadores detectan enfermedades que penden sobre la salud del ganado porcino y aviar y desarrollan estrategias para combatirlas.
La ganadería tiene miles de años de historia, pero hace tan solo unos decenios que se ha sometido a una intensificación destinada tanto a abastecer a una población mundial creciente como a hacer frente a la competencia global. Esta intensificación ha contribuido a un aumento de la producción y la eficacia de las prácticas ganaderas, lo que a su vez ha dado lugar a que productos como los huevos, la carne y la leche hayan alcanzado una disponibilidad sin precedentes y un precio mucho menor para miles de millones de personas en todo el planeta. Sin embargo, la ganadería intensiva tiene varias desventajas. Las enfermedades provocadas por las prácticas de gestión del ganado ponen en peligro la salud y el bienestar de los animales, lo que genera ineficacias que reducen la rentabilidad y la calidad del producto. Además, es necesario tener en cuenta la huella medioambiental de la ganadería intensiva y las efectos nocivos a largo plazo del uso de antibióticos.
El proyecto financiado con fondos europeos PROHEALTH se propuso conocer mejor los distintos aspectos de la producción intensiva de ganado porcino y aviar que influyen en las patologías animales. Durante sus cinco años de actividad, PROHEALTH no solo trabajó en la identificación de los peligros sanitarios más importantes, sino que también desarrolló estrategias nuevas con las que ejercer una ganadería sostenible capaz de reducir el impacto medioambiental sin perjuicio para la rentabilidad de las ganaderías.
La lucha contra las enfermedades en las explotaciones avícolas
Estudios realizados en el marco del proyecto determinaron que «Escherichia coli» es una de las principales amenazas para la salud de las explotaciones avícolas europeas. Las infecciones por «E. coli» fueron la causa más común de mortalidad en pollos de engorde y ponedoras, y las que más pérdidas económicas causaron a los agricultores. El equipo del proyecto determinó que la vacunación y las medidas en materia de bioseguridad son capaces de incrementar la rentabilidad de las explotaciones, mejorar el bienestar animal y mantener a raya los efectos adversos de las patologías en la seguridad alimentaria mundial.
Más rendimiento porcino
Los hallazgos del equipo de PROHEALTH mostraron que cabe aumentar el rendimiento de la cabaña porcina mediante técnicas de macrodatos con las que predecir enfermedades y riesgos para la bioseguridad. Así, emplearon sensores de vigilancia medioambiental para determinar hasta qué punto contribuye el entorno de la granja a la aparición de enfermedades respiratorias en cerdos de engorde. Los investigadores al cargo del proyecto también identificaron una firma genética capaz de identificar cerdos con deficiencias respiratorias y cambios importantes en la expresión génica asociados con la cifosis lumbar.
Información para una audiencia que precisa aprender
La industria porcina y avícola trabaja constantemente para mejorar la salud y el bienestar animal, pero una encuesta realizada en cinco países europeos desveló que los ganaderos deben difundir mejor sus esfuerzos entre los consumidores, los cuales aún desconocen en gran medida en qué consisten las prácticas ganaderas modernas. «El proyecto PROHEALTH difunde el trabajo de este sector destinado a abordar varios temas señalados en el estudio como por ejemplo la reducción del uso de antibióticos. Los resultados de esta encuesta también apuntan a que esta información no está llegando a los consumidores. Es importante garantizar que la voz del sector se transmite con nitidez», indicó la doctora Beth Clark de la Universidad de Newcastle (el Reino Unido) en una nota de prensa publicada en el sitio web del socio del proyecto Zoetis.
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Sitio Web del Proyecto PROHEALTH
Documento relacionado: Research EU: Food 2030
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