Lidiar con una sospecha de cáncer de mama es una experiencia traumática, que se ve agravada por la naturaleza invasiva de las actuales herramientas de diagnóstico y pronóstico.
La biopsia de ganglio linfático centinela (BGLC) se ha convertido en el método incontestable para el pronóstico del cáncer de mama desde que se usó por primera vez en 1992. Las tasas de supervivencia han mejorado durante las últimas décadas, gracias también a la precisión, superior al 90 %, de la BGLC para definir la fase del cáncer y predecir el tratamiento.
No obstante, la técnica también tiene desventajas. Tal y como lo plantea el doctor Francesc Mitjans, director de Salud y Biomedicina en Leitat: «Existe una necesidad real e insatisfecha de una alternativa de pronóstico más fiable y menos invasiva, tanto para las pacientes como para los profesionales de la salud».
La BGLC es ciertamente muy invasiva y, además, puede parecer desmesurada, dado que obtiene un 70 % de resultados negativos, lo cual conlleva un gran gasto de recursos. Con cada BGLC negativa, el sistema sanitario gasta hasta 15 000 euros.
De hecho, esta situación es tan solo la punta del iceberg. Algunas pacientes han presentado reacciones alérgicas al contraste inyectado o se les han hinchado los vasos linfáticos llegando a causar edemas linfáticos. Es más, la obtención de los resultados puede tardar hasta dos semanas y, en el 5 % y hasta el 10 % de los casos, resultan ser falsos negativos. «HypoSens se propuso proporcionar a las pacientes, cirujanos y oncólogos un sistema de pronóstico innovador que aborde estas deficiencias», afirma el doctor Mitjans.
Otras alternativas para el pronóstico
El sistema de imaginología del proyecto The HypoSens (Nano-confined photonic system for detection of breast cancer spread to the lymph nodes) combina el uso de los anticuerpos anti-HER2 específicos para llegar a las células cancerosas con nanosensores de parámetros duales.
Además, incluye un dispositivo de infrarrojo cercano (NIR, por sus siglas en inglés) externo y no invasivo que puede registrar señales a través de la piel utilizando el concepto de modelado de frente de onda. Este convepto procesa los datos recopilados mediante nanosensores inyectados que se dirigen al tumor y supera los actuales límites de la imaginología a través de un tejido muy diseminado.
Según explica el doctor Mitjans: «Nuestro sistema ofrecerá alternativas de pronóstico más rápidas, mejores y menos dolorosas para las pacientes de cáncer de mama, puesto que no se necesita ningún tipo de cirugía. La capacidad de ofrecer los resultados de pronóstico definitivos al instante también ahorrará a las pacientes la ansiedad que provocan las opciones actuales».
Siguientes pasos
El equipo está trabajando intensamente para que el dispositivo llegue a las pacientes en un futuro próximo. «Prevemos llevar a cabo una prueba de seis meses destinada a hasta 400 pacientes con cáncer de mama HER2 positivo de toda Europa, para comparar los datos patológicos con los datos recopilados por HypoSens. Además, debemos solicitar la certificación CE y la aprobación del Organismo estadounidense para el Control de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Para garantizar una producción masiva, prevemos ofrecer la tecnología con licencia a los principales fabricantes de dispositivos médicos de Europa», añade el doctor Mitjans.
Aunque el sistema de HypoSens se concibió inicialmente para el cáncer de mama, el equipo también está considerando su uso para el diagnóstico y pronóstico de otros cánceres metastásicos como son el cáncer vulvar, colorrectal y gástrico, así como los tumores pélvicos y renales.
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