En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que comenzó el pasado fin de semana en Sharm el-Sheij (Egipto), la Comisión pedirá a todas las partes que adopten medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y respetar los compromisos que asumieron en virtud del Acuerdo de París y del Pacto por el Clima de Glasgow adoptado el año pasado en la COP26.
Los días 7 y 8 de noviembre, la presidenta Von der Leyen representará a la Comisión en la Cumbre de Dirigentes Mundiales que inaugura oficialmente la COP27. Del 14 al 18 de noviembre, el vicepresidente ejecutivo Frans Timmermans dirigirá el equipo negociador de la UE. También participarán en actos de la COP27 la comisaria de Energía, Kadri Simson; el comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Virginijus Sinkevičius; y el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski.
La presidenta Von der Leyen participará en una mesa redonda de dirigentes sobre inversión en el futuro de la energía durante el segundo día. Pronunciará la declaración conjunta de la UE en una sesión plenaria con el presidente del Consejo Europeo. También participará en una serie de actos y firmará declaraciones bilaterales con varios socios, con especial atención a las asociaciones forestales y climáticas y a la transición hacia una energía limpia.
En la COP27, el equipo negociador de la Comisión propugnará la aplicación de los compromisos existentes para pasar de la dialéctica ambiciosa a las acciones concretas, entre otras cosas mediante la adopción de un programa de trabajo de mitigación del cambio climático para aumentar urgentemente el grado de ambición en ese ámbito y avanzar en la aplicación de medidas en esta década tan crítica. En cuanto a la adaptación al cambio climático, la UE se ha comprometido a avanzar claramente hacia el objetivo mundial de adaptación. Las soluciones basadas en la naturaleza, como se puso de relieve en el Pacto por el Clima de Glasgow el año pasado, desempeñan un papel crucial a la hora de permitir la adaptación al cambio climático y preservar la biodiversidad, lo cual también será un tema clave en la COP15 sobre Biodiversidad a finales de este año. En lo que se refiere a las pérdidas y los daños la UE buscará soluciones eficaces para atender las diferentes necesidades de los países vulnerables de todo el mundo que se enfrentan a los efectos del cambio climático. La UE respalda la inclusión en el orden del día de un punto oficial sobre la prevención, la minimización y la gestión de las pérdidas y los daños para que las partes puedan debatir la mejor manera de facilitar un acceso rápido a la financiación y aumentar el apoyo a los países y comunidades vulnerables. Trabajaremos con los países desarrollados para que dupliquen la financiación destinada a la adaptación al cambio climático de aquí a 2025, en comparación con los niveles de 2019, y para que aumenten las contribuciones a la financiación de la lucha contra el cambio climático a fin de alcanzar el objetivo anual de 100 000 millones de dólares, para cuya consecución la UE aportó alrededor de 23 040 millones de euros en 2021; una contribución constante y, con mucho, la mayor.
Durante la conferencia, la UE celebrará más de 125 actos paralelos en el pabellón de la UE de Sharm el-Sheij y en línea. Estos actos abordarán una amplia gama de cuestiones relacionadas con el clima, como la protección de la biodiversidad y la recuperación de la naturaleza, la seguridad energética y la transición ecológica, las finanzas sostenibles, la seguridad alimentaria y del agua y la investigación e innovación. Dado que la pérdida de biodiversidad y el cambio climático se refuerzan mutuamente, también se destacará en diversos actos el vínculo entre la COP27 y la próxima COP15 dedicada a la biodiversidad.
La reducción de las emisiones mundiales en consonancia con el Acuerdo de París implica beneficios a corto plazo para la Tierra
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Contexto
En el Acuerdo de París de 2015, 194 países acordaron presentar contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN), que representan sus objetivos individuales de reducción de emisiones. En su conjunto, estas CDN deberían contribuir a mantener el cambio de la temperatura media global por debajo de los 2 ºC y lo más cerca posible de 1,5 ºC para finales de este siglo. Los informes de 2022 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (GIECC) advirtió que el mundo alcanzaría el nivel de 1,5 °C en las dos próximas décadas y que solo adoptando inmediatamente las reducciones más drásticas posibles de las emisiones de carbono podría contribuirse a prevenir un desastre medioambiental. Este nivel de aumento de la temperatura tendría efectos extremadamente nocivos que suponen un reto existencial.
La Unión Europea es líder mundial de la acción por el clima al haber reducido ya sus emisiones de gases de efecto invernadero en más de una cuarta parte con respecto a los niveles de 1990, mientras que su economía ha crecido en más de un 60 %. Con el Pacto Verde Europeo, presentado en diciembre de 2019, la UE volvió a aumentar su nivel de ambición climática comprometiéndose a alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. Este objetivo pasó a ser jurídicamente vinculante con la adopción y la entrada en vigor de la Ley Europea del Clima, en julio de 2021. La Ley Europea del Clima también establece un objetivo intermedio de reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2030 al menos en un 55 % con respecto a los niveles de 1990. Este objetivo para 2030 se comunicó a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en diciembre de 2020 como CDN de la UE en el marco del Acuerdo de París. En 2021, la UE presentó un paquete de propuestas para adaptar sus políticas en materia de clima, energía, uso del suelo, transporte y fiscalidad a fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % para 2030. El 27 de octubre se alcanzó un primer acuerdo sobre turismos y furgonetas de emisión cero. La UE actualizará sus contribuciones determinadas a nivel nacional, según proceda, lo antes posible una vez se adopten todas estas propuestas.
La financiación de la lucha contra el cambio climático es esencial para contribuir a que las comunidades vulnerables se protejan contra los efectos del cambio climático y para apoyar el crecimiento económico sostenible. Los países desarrollados se han comprometido a movilizar, entre 2020 y 2025, un total de 100 000 millones de dólares anuales de financiación internacional, destinados a la lucha contra el cambio climático, para ayudar a los países más vulnerables y a los pequeños Estados insulares, en particular, en sus esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático. La UE es el mayor donante, con una contribución en aumento constante, que corresponde aproximadamente a una cuarta parte del importe que se ha fijado como objetivo. Otros países donantes deben intensificar sus esfuerzos y colmar el déficit actual.
Fuente: Comisión Europea
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