El cambio climático afecta a todos los europeos, pero los grupos vulnerables, como los ancianos, los niños, los grupos de bajos ingresos y las personas con problemas de salud o discapacidad, son los más afectados. Uno de cada diez colegios y hospitales europeos puede estar también en riesgo de inundación y aproximadamente la mitad de esas instalaciones en las ciudades están dentro de islas de calor urbano intenso. Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), publicado hoy, analiza estas desigualdades y cómo abordarlas mediante una adaptación equitativa al cambio climático.
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El informe de la AEMA «Hacia una resiliencia justa: no dejar a nadie atrás en la adaptación al cambio climático» describe qué grupos en Europa se ven más afectados por el cambio climático, qué tipo de medidas de adaptación pueden proteger a esos grupos y cómo la justicia social puede integrarse en las políticas y acciones de adaptación.
Según el informe de la AEMA, cada vez hay más europeos vulnerables expuestos a peligrosas olas de calor, debido a la combinación del aumento de las temperaturas, la urbanización y el envejecimiento de la población. Las zonas propensas a las inundaciones en algunos países suelen tener una mayor proporción de personas mayores o desempleadas que no pueden trasladarse o pagar seguros o una protección adecuada contra las inundaciones en sus hogares. El análisis de la AEMA también muestra que casi la mitad de las escuelas y hospitales de las ciudades europeas se encuentran dentro de islas de calor urbano intenso, y una de cada diez escuelas u hospitales europeos puede estar expuesta a inundaciones.
Además, el informe de la AEMA señala que las medidas de adaptación al cambio climático rara vez benefician a todos en la misma medida. Para garantizar que los grupos más vulnerables no se queden atrás -construir una «resiliencia justa«- es necesario que las medidas de adaptación beneficien específicamente a esos grupos y que no se vean excesivamente afectados por las cargas de la adaptación. Por ejemplo, las inversiones en espacios verdes pueden realizarse en los lugares que más los necesitan para la refrigeración, la protección contra las inundaciones y la mejora de la calidad de vida.
Según el informe de la AEMA, las políticas climáticas nacionales y de la UE hacen actualmente hincapié en la necesidad de soluciones equitativas, pero la aplicación práctica de dichas soluciones sigue siendo escasa. Una adaptación equitativa al cambio climático que garantice la justicia social requiere la participación de los propios grupos vulnerables, así como de los responsables de la toma de decisiones, desde el nivel de la UE hasta el nacional y el local.
LIFE: Adaptación al cambio climático |
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