ClimeFish aporta su grano de arena mediante diversas estrategias y modelos de predicción para intentar reconciliar el creciente consumo de pescado con el agotamiento de las poblaciones de peces debido al cambio climático.
En la actualidad, Europa representa aproximadamente el 8 % de la producción mundial de pescado en cuanto a volumen, e importa el 70 % del pescado y el marisco que consume. De hecho, los europeos nunca antes habían consumido tanto pescado.
El proyecto ClimeFish se puso en marcha con el objetivo de resolver esta complicada ecuación: satisfacer la creciente demanda de los consumidores europeos a la vez que se garantiza una gestión sostenible de las poblaciones de peces en declive.
¿Era esta una misión imposible? «No si se utilizan unos modelos precisos de producción biológica que tengan en cuenta la variedad de especies y sectores de producción», afirma la profesora Michaela Aschan, coordinadora de ClimeFish y profesora de Biología y gestión pesquera en la Universidad del Ártico de Noruega.
Un software para mejorar la sostenibilidad
«ClimeFish ha seleccionado quince casos prácticos en siete hábitats diferentes, representativos de la acuicultura marina, los lagos y estanques de agua dulce, y la pesca marina. Nuestros modelos abarcan las especies más importantes y las poblaciones de peces explotadas y menos resilientes, las especies de acuicultura más productivas, las especies emergentes y las especies vulnerables a perturbaciones como el aumento de la temperatura», explica la profesora Aschan.
En última instancia, el equipo de ClimeFish espera que estos modelos permitan eliminar el hambre y mantener una buena salud y bienestar, el desarrollo económico, la innovación industrial y el uso sostenible de los recursos marinos. Todos los casos prácticos incluyeron modelos de previsión donde se identificaban los riesgos y oportunidades. El proyecto también diseñó estrategias para mejorar la planificación a largo plazo de la producción y el proceso de formulación de políticas, los cuales se han añadido a un marco que incluye mapas y gráficos, modelos, datos de todos los casos prácticos y «software» de apoyo a la toma de decisiones.
«El «software» de apoyo a la toma de decisiones simula y visualiza los impactos de los diferentes escenarios de cambio climático para los tres casos prácticos: la pesca demersal del oeste de Escocia, la producción en los estanques húngaros y la acuicultura marina griega. También se incluyen los impactos económicos. Hemos creado tutoriales para asegurarnos de que las partes interesadas puedan entender fácilmente esta herramienta y aplicarla a sus necesidades», explica la profesora Aschan.
Resultados
La profesora Aschan espera que los resultados del proyecto contribuyan durante los próximos años al desarrollo y la puesta en marcha de planes de gestión y adaptación climática para la industria de la pesca y los ecosistemas de los que depende.
«La principal barrera al crecimiento azul se encuentra en lo difícil que resulta para los pescadores, productores, gestores y responsables políticos realizar planes a largo plazo cuando ya tienen que enfrentarse a retos diarios. El «software» de apoyo a la toma de decisiones de ClimeFish les permite crear planes para periodos de diez años hasta 2060 en dos escenarios diferentes», señala la profesora Aschan.
«Hemos trabajado estrechamente con la DG MARE de la Comisión Europea para garantizar que la aportación del proyecto esté alineada con la estrategia de adaptación climática de la Unión Europea y ya hemos logrado éxitos importantes en la aplicación de guías y el desarrollo de planes de acción climática en los países y las zonas de los casos prácticos».
Reino Unido ha desarrollado recientemente planes nacionales de acción climática para la acuicultura y la pesca, y la profesora Aschan confía en que otros países adopten medidas similares tomando como base las guías del proyecto.
Más información
Página web Climefish
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