La UE y la OTAN comparten el interés común de prevenir las perturbaciones de las infraestructuras críticas que prestan servicios esenciales a los ciudadanos y sostienen nuestras economías. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha traído nuevos riesgos, ataques físicos y cibernéticos, a menudo combinados como amenaza híbrida.
La UE y la OTAN han intensificado su cooperación con la puesta en marcha, el 16 de marzo de 2023, del Grupo Operativo UE-OTAN sobre resiliencia de las infraestructuras críticas. El Grupo Operativo UE-OTAN ha presentado ahora un informe de evaluación final, en el que se exponen los retos actuales en materia de seguridad y se identifican cuatro sectores clave de importancia transversal: energía, transporte, infraestructura digital y espacio. El informe presenta recomendaciones específicas para reforzar la resistencia de las infraestructuras críticas.
I. Principales conclusiones:
- Energía: El sabotaje de los oleoductos Nord Stream ilustró la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas. La seguridad energética es más difícil en el actual entorno geopolítico. Además, las actividades militares dependen en gran medida de las redes y suministros energéticos civiles. Las infraestructuras energéticas también están interconectadas, por lo que una perturbación en un lugar puede tener repercusiones más amplias. Los Estados miembros y los aliados han tomado medidas decisivas para reducir nuestra dependencia de la energía rusa. El creciente uso de fuentes de energía renovables y la electrificación también pueden reforzar la resiliencia porque aumentan la diversidad de fuentes y la autonomía y reducen la dependencia de un único sistema central. Por otro lado, las nuevas infraestructuras y conexiones también plantean nuevos retos en cuanto a la protección de las infraestructuras. La mayor dependencia de las energías renovables también conlleva posibles vulnerabilidades en la cadena de suministro, ya que muchos de sus componentes críticos siguen concentrándose en gran medida fuera de la OTAN y la UE.
- Transportes: Las infraestructuras de transporte, incluidos aeropuertos y puertos marítimos, también son vulnerables a los ciberataques, que pueden infligir importantes daños económicos y posiblemente causar interrupciones para su uso por parte de los militares. Nuestros ejércitos dependen en gran medida de las infraestructuras de transporte civiles y comerciales para desplegar sus actividades. Además, el sector del transporte se ve afectado y tiene un impacto significativo en los demás sectores tratados en este informe, y estas interdependencias van en aumento. La creciente electrificación del transporte conllevará una mayor dependencia de la red eléctrica, las baterías y las infraestructuras asociadas, además de las actuales dependencias de los oleoductos para los productos derivados de los hidrocarburos, que seguirán formando parte de la combinación energética en un futuro previsible. Por otra parte, la infraestructura de transporte está cada vez más digitalizada, lo que la hace más vulnerable a las actividades cibernéticas maliciosas y a las interrupciones.
- Infraestructura digital: Para prestar servicios de información y comunicaciones se necesita una amplia gama de infraestructuras, desde cables de fibra óptica subterráneos y submarinos hasta estaciones base de telefonía móvil y satélites. La dependencia de los cables submarinos y las redes 5G plantea riesgos debido a las limitadas capacidades de reparación y al aumento de la vulnerabilidad. Además, la infraestructura digital depende de cadenas de suministro mundiales. Estas son vulnerables a interrupciones accidentales e intencionadas, que podrían afectar a las redes mundiales e introducir riesgos de seguridad.
- Espacio: La infraestructura espacial abarca tanto los activos basados en el espacio como los sistemas terrestres, que pueden ser vulnerables a diversos riesgos naturales y provocados por el hombre. Los activos espaciales pueden ser propiedad y estar gestionados por la UE (Galileo, Copernicus), los Estados miembros, los aliados y, cada vez más, por entidades comerciales. Los competidores estratégicos y los adversarios potenciales están desarrollando capacidades contraespaciales que podrían amenazar el acceso de la OTAN y la UE al espacio y su libertad de operación en él, lo que podría perturbar infraestructuras críticas.
La UE y la OTAN profundizan su asociación estratégica |
II. Recomendaciones:
Los expertos de la UE y de la OTAN han formulado varias recomendaciones clave para mejorar la resistencia de las infraestructuras críticas. Éstas se refieren en particular a la necesidad de garantizar la resiliencia y aprovechar su cooperación mediante:
- Un mayor compromiso, aprovechando al máximo las sinergias, por ejemplo en el caso de un peligro grave o de un cambio significativo en el contexto de la seguridad; El fomento del compromiso entre los aliados, los Estados miembros y el sector privado, en particular en materia de seguridad mediante el diseño de infraestructuras críticas; La celebración de debates específicos basados en escenarios, en particular a través del Seminario de Prospectiva UE-OTAN y con el apoyo del Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas.
- Reforzar el Diálogo Estructurado sobre Resiliencia y el Diálogo Estructurado sobre Movilidad Militar, y ampliar las conversaciones de personal existentes sobre ciberespacio, transporte marítimo y energía, así como entre el Estado Mayor Internacional de la OTAN y el Estado Mayor de la UE.
- Promover las mejores prácticas y evaluaciones, y mejorar la supervisión de la implicación y la cooperación en materia de seguridad, también entre actores civiles y militares; llevar a cabo periódicamente evaluaciones paralelas y coordinadas de las amenazas a las infraestructuras críticas, basándose en la realizada en la primavera de 2023.
El Diálogo Estructurado UE-OTAN sobre Resiliencia coordinará la aplicación de estas recomendaciones.
Más información: Comisión Europea
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