La seguridad marítima de Europa ha mejorado considerablemente en los últimos años en varios aspectos, como la cooperación internacional o regional, el intercambio de información, el desarrollo de capacidades, la gestión de riesgos y la formación.
Esta es la conclusión de un nuevo informe sobre la aplicación del plan de acción de la estrategia de seguridad marítima de la UE, elaborado por la Comisión Europea junto con la Agencia Europea de Defensa (EDA) y el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
Todos dependemos de unos mares y océanos seguros y limpios. Mediante las políticas de seguridad marítima, podemos mantener el estado de derecho en zonas que están fuera de la jurisdicción nacional y proteger los intereses marítimos estratégicos de la UE. Estos incluyen, entre otros, nuestras fronteras exteriores, los recursos naturales comunes y las infraestructuras marítimas como los puertos, las plataformas marítimas y los equipos científicos. El cambio climático y nuestra preparación para hacer frente a su impacto en el medio ambiente marino y costero son también prioridades importantes en materia de seguridad marítima.
En la estrategia de seguridad marítima de la Unión Europea se explica la forma en que la Unión Europea defiende sus intereses marítimos, respetando plenamente las normas y principios internacionales. El plan de acción, aprobado en 2014 y revisado en 2018, contribuye a la aplicación de esta estrategia.
Según el informe sobre los avances logrados, se han conseguido mejoras significativas en las cinco «esferas clave de acción inmediata» definidas en la estrategia. Las medidas varían considerablemente, desde la mejora de la resistencia a los ciberataques, pasando por plataformas comunes de intercambio de información, hasta el desarrollo de capacidades de vigilancia semiautónoma. El plano internacional sigue siendo de importancia crítica para la Unión Europea, ya que ha reforzado su cooperación con las Naciones Unidas, la OTAN y otros socios estratégicos.
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