Solo será válida la versión pronunciada.
Mientras la guerra de Putin contra Ucrania y su pueblo continúa, también continúa nuestra determinación de apoyar a Ucrania y de paralizar la financiación de la maquinaria bélica del Kremlin.
Estamos asistiendo a una agresión masiva contra la población civil, a una catástrofe humanitaria y a una serie de atrocidades que equivalen a crímenes de guerra, que están teniendo lugar en Ucrania, cometidas por las fuerzas armadas rusas.
A día de hoy, podemos contar con casi 80 niños y cientos de civiles que han muerto, han resultado heridos o han sido desplazados. Hay miles de desplazados internos dentro de Ucrania y dos millones y medio -dos millones y medio en menos de dos semanas- son ya refugiados en los Estados miembros de la Unión Europea. Este es el tamaño de algunos de nuestros Estados miembros. Y, ciertamente, es el mayor desplazamiento de personas desde el final de la Segunda Guerra Mundial en tierras europeas.
Mariupol y otras ciudades están bajo un asedio brutal. Otras ciudades están siendo bombardeadas.
Putin está tratando de destruir Ucrania. Putin está destruyendo Ucrania, pero también está perjudicando a sus propias tropas y a sus propios ciudadanos. Las tropas están muriendo por centenares, ya que esta invasión sin sentido se atascó por la valentía y la determinación de los luchadores por la libertad de Ucrania.
Y, además, Putin está causando estragos en la economía de Rusia. La economía de Rusia está siendo muy afectada por nuestras sanciones.
La comunidad internacional -unos 40 países- ha introducido sanciones en respuesta a la guerra del presidente Putin y están golpeando duramente a su régimen.
El objetivo de las sanciones es detener el comportamiento imprudente, inhumano y agresivo de las tropas rusas. Mientras no deje de atacar a Ucrania y al pueblo ucraniano, seguiremos adoptando medidas restrictivas.
La presidenta [Ursula] von der Leyen, presidenta de la Comisión, acaba de esbozar nuevas medidas de la UE que afectan al comercio, al acceso al mercado, a la pertenencia a instituciones financieras internacionales, a los criptoactivos, a las exportaciones de bienes de lujo y a los sectores del acero y la energía.
Además de estas medidas sectoriales, estoy presentando propuestas para sancionar a más individuos y más empresas que están desempeñando un papel activo o apoyando a las personas que socavan la soberanía de Ucrania por parte del gobierno ruso.
Con estas sanciones, seguiremos persiguiendo a los oligarcas, a las élites afines al régimen, a sus familias y a destacados empresarios, que participan en sectores económicos que proporcionan una fuente sustancial de ingresos al régimen.
Están activos en la industria siderúrgica, suministran productos y tecnología militar o prestan servicios financieros y de inversión.
Se trata de otro gran golpe a la base económica y logística sobre la que el Kremlin está construyendo la invasión y tomando los recursos para financiarla.
Y apuntaremos a más personas, a más personas que desempeñan un papel principal en la desinformación y la propaganda -una guerra real, una guerra de ideas, una guerra narrativa- que acompaña a esta deplorable guerra de Putin contra el pueblo ucraniano.
Y, para seguir apoyando al ejército y al pueblo ucranianos, también he propuesto, hoy aquí en Versalles, a los dirigentes europeos completar, aumentar nuestra contribución de nuestros recursos financieros procedentes del Fondo Europeo para la Paz, con otros 500 millones de euros adicionales para responder a las necesidades de los defensores del pueblo y del territorio ucranianos.
Con ello, reafirmamos nuestro inquebrantable apoyo a Ucrania. Saludamos la valentía de sus ciudadanos y de sus fuerzas armadas, y estamos con ellos hasta que Putin ponga fin a esta guerra criminal y sin sentido.
Más información: Comunicado de prensa del Servicio Europeo de Acción Exterior
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