El 19 de enero de 2021 entró en vigor la LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación). La nueva legislación deroga la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, 2013), modifica y actualiza la LOE (Ley Orgánica de Educación, 2006).
Este nuevo texto busca conseguir un mejor rendimiento educativo, siguiendo las directrices de la Comisión Europea, la OCDE y la Agenda 2030 y con ello, mejorar también la posición de España.
La LOMLOE es el resultado de un amplio proceso participativo: más de 43.000 correos electrónicos recibidos en una primera fase de consulta; diversas reuniones celebradas por la Conferencia Sectorial de Educación -máximos representantes educativos de las comunidades autónomas-; importantes aportaciones recibidas de la mayoría de las comunidades autónomas, de los consejos escolares autonómicos y de diversos ministerios y reuniones bilaterales o multilaterales mantenidas con un centenar de asociaciones del mundo educativo.
Cinco son los pilares en los que se basa el nuevo texto:
1. En primer lugar, y por primera vez, una ley educativa española incluye entre los principios rectores del sistema el enfoque de los derechos del niño, tal y como establece la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (1989), reconociendo así el interés superior de los niños en su derecho a la educación y la obligación del Estado de garantizar el cumplimiento efectivo de este derecho. En esta línea, la LOMLOE pretende aumentar progresivamente el número de plazas públicas en el primer ciclo de Educación Infantil (EI). Además, el Gobierno tiene previsto regular el currículo y los requisitos mínimos en ambos ciclos de ECE (0-3 años y 3-6 años), incluyendo la cualificación de todos los profesionales, la ratio alumno-profesor y el número de puestos escolares. La detección precoz y la atención temprana de las necesidades específicas de apoyo educativo serán especialmente relevantes en esta etapa.
2. Como segundo pilar, el texto legal adopta un enfoque de igualdad de género a través de la coeducación. Promueve, en todas las etapas del aprendizaje, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género y el respeto a la diversidad afectivo-sexual. Para la educación secundaria, la ley fomenta la orientación educativa y profesional del alumnado con una perspectiva inclusiva y no sexista.
3. El tercer pilar es un enfoque transversal dirigido a elevar los resultados de todo el alumnado a través de la mejora continua de los centros y una mayor personalización del proceso de aprendizaje.
4. En cuarto lugar, la ley reconoce la importancia de abordar el desarrollo sostenible establecido en la Agenda 2030. Así, la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía global deben incluirse en los planes y programas de toda la enseñanza obligatoria.
5. Por último, la reforma insiste en la necesidad de considerar el cambio digital que se está produciendo en nuestras sociedades y que afecta a la actividad educativa. Con el objetivo de adaptar el sistema educativo a los avances digitales, se prevé en el texto la atención al desarrollo de la competencia digital de los alumnos en todas las etapas educativas, tanto a través de contenidos específicos como en una perspectiva transversal.
Los principios fundamentales de la transformación del sistema educativo son, por tanto, la equidad y la excelencia. La ley pretende garantizar a alumnos, profesores y centros un modelo inclusivo y moderno. Se eliminan las vías de 4º de la ESO (último curso de la Educación Secundaria Obligatoria, CINE 3), por lo que todas las opciones conducirán al mismo título de la ESO. Además, los alumnos que cursen la Formación Profesional Básica recibirán también el título de la ESO, lo que les permitirá acceder a cualquier programa de educación postobligatoria. En cuanto a la excelencia, esta ley introduce las evaluaciones de diagnóstico en 4º de primaria y en 2º de secundaria, que tendrán carácter informativo, formativo y orientador. De este modo, los centros educativos y los profesores podrán elaborar planes estratégicos de mejora continua.
Otro aspecto destacable de esta nueva ley es el impulso a la Formación Profesional. Esto tiene tres objetivos: mejorar el reconocimiento social de la Formación Profesional flexibilizándola y, en consecuencia, agilizar los procesos de incorporación de nuevos contenidos para acercar a España a las tasas de asistencia de los alumnos que eligen esta vía en comparación con otros países europeos.
Desde la publicación de la LOMLOE, se ha iniciado un periodo de implantación progresiva. La ley estará totalmente implantada en el curso 2023/2024.
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