La Comisión Europea ha anunciado hoy 10 millones de euros más para responder a uno de los peores brotes de langosta del desierto en décadas en el este de África. El brote podría tener consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria en una región ya vulnerable donde 27.5 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria severa y al menos 35 millones más están en riesgo.
Respuesta a la crisis de la langosta del desierto
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha formulado un plan de respuesta, pero las intervenciones de los países deben ampliarse rápidamente para apoyar a los gobiernos nacionales de los países afectados. Ahora existe una estrecha ventana de oportunidad para contener este brote desastroso y proteger los medios de vida de millones de personas vulnerables en todo el este de África y más allá. La respuesta de la UE, en colaboración con los socios de la Red mundial contra las crisis alimentarias, ha sido rápida. Esta asociación incluye a la UE, la FAO, el Programa Mundial de Alimentos y otras partes interesadas y fue creada para facilitar soluciones sostenibles a las crisis alimentarias en todo el mundo.
Antecedentes
La langosta del desierto es considerada la plaga migratoria más destructiva del mundo. Las pérdidas de cultivos y alimentos en las áreas afectadas pueden ser enormes, generando impactos negativos dramáticos directos en la agricultura y los medios de vida.
La situación se ha deteriorado rápidamente en el último mes en África Oriental. La larga temporada de lluvias, que comenzará en marzo, traerá consigo una nueva ola de reproducción y una mayor expansión en la región. Ya se han informado daños a los cultivos y pastos en Kenia, Etiopía y Somalia, los tres países más afectados, pero las pérdidas pueden extenderse rápidamente a otros países vecinos, particularmente Djibouti, Eritrea, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda. Yemen, Sudán, Irán, India y Pakistán también están en riesgo.
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