Se cree que las personas obesas tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos y depresión. MooDFOOD llevó a cabo el primer ensayo para evaluar directamente el efecto de una terapia conductual relacionada con la alimentación y de una terapia con un suplemento con múltiples nutrientes en la prevención de la depresión.
Según un estudio reciente de Eurostat, la tasa de obesidad en los diecinueve Estados miembros de la Unión Europea (UE) para los que se disponía de datos oscila entre el 8,0 % y el 23,9 %, en el caso de las mujeres, y entre el 7,6 % y el 24,7 %, en el caso de los hombres (Eurostat 2011). Además, la Organización Mundial de la Salud ha calculado que cada año aproximadamente el 7 % de la población europea padece una depresión profunda, lo que la convierte en una de las enfermedades más prevalentes de la UE. Esto supone una pesada carga para los individuos, las familias y la sociedad en su conjunto.
MooDFOOD analizó los vínculos entre los dos trastornos para preguntarse si la mejora del comportamiento relacionado con la alimentación y la ingesta de nutrientes podría ayudar a prevenir la depresión, concretamente en las personas propensas a tener sobrepeso.
Sobre la base de un gran número de estudios y un análisis detallado, los investigadores llegaron a tres conclusiones, a saber: primera, una dieta saludable —rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado, legumbres y aceite de oliva y baja en carnes rojas y productos lácteos enteros— puede reducir el riesgo de desarrollar depresión; segunda, en las personas obesas, la pérdida de peso puede ir acompañada de una reducción de los síntomas depresivos; y tercera, los indicios actuales no respaldan el uso de suplementos nutricionales para prevenir la depresión.
Estudio de los vínculos entre el estado de ánimo y la alimentación
Tras una revisión de la bibliografía científica, los investigadores de MooDFOOD desarrollaron un modelo teórico para destacar qué relaciones entre la alimentación y la depresión merecían una investigación más exhaustiva. El modelo incorporó además la influencia del estilo de vida, el entorno y la psicología.
A partir de este trabajo, el equipo desarrolló estrategias nutricionales diseñadas para prevenir la depresión para un ensayo clínico aleatorizado que incluyó a 1 025 adultos con sobrepeso (índice de masa corporal 25-40 kg/m cuadrado) con una edad comprendida entre los 18 y los 75 años con síntomas depresivos elevados (puntuación ≥ 5 en el Cuestionario sobre la salud del paciente-9).
El equipo eligió una dieta mediterránea para la terapia conductual relacionada con la alimentación. Para la terapia con suplementos nutricionales, combinaron varios nutrientes prometedores en dosis descritas como efectivas en algunos estudios individuales pero con baja probabilidad de provocar daño (1 412 mg de ácidos grasos omega-3, 30 μg de selenio, 400 μg de vitamina B-11 y 20 μg de vitamina D-3 más 100 mg de calcio). Se realizaron veintiuna sesiones individuales y grupales con activación conductual relacionada con la alimentación (F-BA, por sus siglas en inglés) y sin F-BA (enmascaradas para los investigadores) durante un año.
Aunque los resultados con F-BA y sin F-BA han sugerido la existencia de un vínculo entre una dieta saludable y la salud general (mental y física), el análisis preliminar de los resultados del ensayo reveló que la relación no era tan clara como el equipo esperaba
Más Información
Accede a la noticia complete
Deja una respuesta