La UE obtiene 68 puntos sobre 100 en el Índice de Igualdad de Género, publicado hoy por el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE). Se trata de un aumento microscópico de apenas 0,6 puntos desde la edición del año pasado.
«Europa ha logrado frágiles avances en materia de igualdad de género. Pero están surgiendo grandes pérdidas como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Las consecuencias económicas son más duraderas para las mujeres, mientras que la esperanza de vida de los hombres ha disminuido. Las conclusiones de nuestro Índice pueden ayudar a los líderes europeos a abordar los diferentes efectos de la pandemia en las mujeres y los hombres y a paliar el impacto desigual a corto y largo plazo», ha declarado Carlien Scheele, Director de EIGE.
Suecia y Dinamarca vuelven a ser los países con mejores resultados en el Índice de este año, seguidos de los Países Bajos, que superan a Finlandia y Francia para ocupar el tercer puesto. Luxemburgo, Lituania y los Países Bajos son los que más han mejorado desde la edición del año pasado. Eslovenia fue el único país que retrocedió. Hay grandes variaciones en las puntuaciones de igualdad de género entre los países. Van desde los 83,9 puntos de Suecia hasta los 52,6 de Grecia.
«La salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social. La igualdad de acceso a servicios sanitarios de buena calidad, incluida la salud y los derechos sexuales y reproductivos, permite a las mujeres y a los hombres, en toda su diversidad, llevar una vida plena y activa en la sociedad. A través del programa EU4Health, la Comisión está dispuesta a apoyar las necesidades y acciones de los Estados miembros de la UE para reconocer el derecho fundamental de toda persona a acceder a la asistencia sanitaria, tal como se consagra en la Carta de los Derechos Fundamentales y en el Pilar de los Derechos Sociales», ha declarado Helena Dalli, Comisaria de Igualdad de la UE.
Enfoque en COVID-19, salud mental y salud sexual y reproductiva
El Índice de este año se centra en los vínculos entre la salud y la igualdad de género, un ámbito que la pandemia de coronavirus ha dejado más al descubierto que nunca. Por ejemplo, las mujeres están sobrerrepresentadas en el sector sanitario y, por tanto, se enfrentan a un mayor riesgo de contraer el virus. El personal sanitario también se enfrentó a una gran angustia mental durante la pandemia por el exceso de trabajo y por ver a los pacientes sufrir y morir.
Los hombres con COVID-19 tenían un mayor riesgo de hospitalización que las mujeres. Esto está vinculado a sus comportamientos de salud y a condiciones preexistentes como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, que son más comunes entre los hombres.
Las tasas de natalidad descendieron, especialmente en los países más afectados por la pandemia. La angustia psicológica, la incertidumbre económica y el aumento del trabajo de cuidados no remunerado para las mujeres, llevaron a las parejas a retrasar la maternidad, o a no tenerla. Esto también se produjo en un momento en que los servicios de salud sexual y reproductiva eran más difíciles de acceder.
Dado que la pandemia de COVID-19 supone un reto sin precedentes para el bienestar mental colectivo y la salud general de los ciudadanos europeos, es fundamental que los responsables políticos integren las cuestiones de igualdad de género en las medidas de salud y otras medidas de recuperación para obtener los mejores resultados para todos.
Deja una respuesta