Resultados esperados
En consonancia con las prioridades del Pacto Verde Europeo, la estrategia «de la granja a la mesa» para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, y la ambición climática de la UE para 2030 y 2050, la propuesta ganadora apoyará la I+D para promover la producción, el suministro y el consumo de fuentes alternativas de proteínas, así como los cambios en la dieta hacia una nutrición saludable y sostenible. Esto contribuirá a transformar los sistemas alimentarios para que puedan ofrecer beneficios conjuntos para el clima (mitigación y adaptación), la biodiversidad, la sostenibilidad ambiental y la circularidad, los cambios en la dieta, la nutrición saludable sostenible y los alimentos seguros, la reducción de la pobreza alimentaria y el empoderamiento de las comunidades, y las empresas prósperas.
La estrategia «de la granja a la mesa» de la UE afirma que: «Las dietas europeas no se ajustan a las recomendaciones dietéticas nacionales, y el «entorno alimentario» no garantiza que la opción saludable sea siempre la más fácil».
El entorno alimentario, que establece el vínculo entre el suministro de alimentos y las dietas, es uno de los determinantes de las elecciones de los consumidores y de la producción de alimentos. Como tal, los entornos alimentarios son esenciales para permitir un cambio en la dieta hacia alimentos menos basados en el ganado y menos procesados (por ejemplo, más frutas y verduras frescas y mínimamente procesadas, alimentos vegetales y acuáticos para hacer frente al consumo excesivo de carne y productos lácteos). Se necesita mucha más I+D sobre entornos alimentarios para garantizar que se puedan alcanzar los objetivos de sostenibilidad medioambiental y salud.
Se espera que los resultados de los proyectos contribuyan a todos los siguientes resultados previstos:
- Mejorar la eficacia y la eficiencia de los entornos alimentarios para garantizar que las personas, incluidos los grupos más vulnerables, tengan opciones en términos de proteínas alternativas (por ejemplo, basadas en plantas, en microbios, en océanos (es decir, peces, algas, invertebrados), en hongos, en insectos), para fomentar un cambio en la dieta (accesibilidad y disponibilidad).
- Garantizar una mejora general de la salud pública como resultado de este cambio, con una evolución hacia patrones dietéticos saludables, sostenibles y diversificados, en línea con los consejos dietéticos nacionales.
- Reducir la carga medioambiental de las dietas europeas, incluyendo, pero sin limitarse a ello, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la contaminación atmosférica y el impacto en los ecosistemas, mejorando la circularidad (por ejemplo, los residuos y subproductos alimentarios), proporcionando a los consumidores productos nuevos, sostenibles y saludables elaborados con fuentes alternativas de proteínas.
Alcance
Según los estudios realizados por Milford et al. (2019)[1] y Castellani et al. (2017)[2], las elecciones de los consumidores dependen del entorno alimentario que garantiza la disponibilidad y el acceso a los alimentos. Las ciencias del comportamiento sugieren que, para lograr un cambio dietético significativo, debe diseñarse una arquitectura de elección que promueva las preferencias alimentarias saludables y sostenibles.
Plazo
15 de febrero de 2022
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