La arqueología puede dar una gran idea de qué procesos nos han convertido en los humanos que somos hoy.
Al parecer, las cosas pequeñas han influido enormemente en nuestra vida contemporánea, y tal vez la más importante es la invención de la cocina.
Richard Wrangham, profesor de antropología biológica, en su libro Catching Fire: How Cooking nos hizo humanos, describe cómo la cocina redujo el costo calórico de la digestión y aumentó la eficiencia del consumo de alimentos. Según Wrangham, el homo erectus (que vivió hace unos 1.89 millones y 143.000 años), evolucionó para desarrollar un tracto digestivo más pequeño y eficiente que liberó la energía para permitir el crecimiento cerebral.1 Esto fue gracias a que el Homo Erectus podía cocinar. Su comida, preparando el escenario para los humanos modernos. Pero, ¿qué y cómo cocinaron estos humanos paleolíticos?
¿Quién inventó el pan y los pancakes?
El primer pan plano conocido proviene de Shubayqa 1, un sitio de cazadores-recolectores natufianos. A través de la difusión cultural, y con el tiempo, estos primeros panes planos se han convertido en las pizzas, pita, puri, pane carasau, chapati y tortillas que hoy conocemos y amamos.
Cómo los humanos han evolucionado para comer carne es otra área de discusión y debate entre los arqueólogos. Los seres humanos podrían haber recurrido a comer carne como una adaptación necesaria a su entorno cambiante, pero también podría haber sido un cambio importante que permitió un rápido desarrollo del cerebro humano.
¿Qué pasa con la dieta paleo?
La dieta paleo es una dieta basada en la idea de que su cuerpo se beneficia más de los mismos alimentos que comían los humanos paleolíticos. Entre otras cosas, elimina los vegetales con almidón, los cereales y las legumbres a favor de la carne sin procesar, las nueces y las semillas, y muchas frutas y verduras. Pero la investigación arqueológica muestra que tal vez los panes planos y otros productos de granos podrían haber sido una parte más importante de la dieta paleolítica, después de todo, y que la carne podría haber jugado un papel más pequeño de lo que se pensaba en las comidas diarias de nuestros antepasados.
La dieta paleo podría no ser tan paleo, ya que la investigación arqueológica sigue descubriendo nuevas evidencias y formulando nuevas hipótesis sobre la evolución de nuestra especie. Esto no significa necesariamente que la dieta paleo no sea saludable, pero muestra información interesante sobre el panorama de la arqueología en constante cambio.
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