El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha iniciado hoy una revisión de su estrategia de política monetaria. La estrategia de política monetaria se adoptó en 1998 y algunos de sus elementos se clarificaron en 2003.
Desde 2003, la economía de la zona del euro y mundial han venido experimentando cambios estructurales profundos. La tendencia a la baja del crecimiento, relacionada con el descenso de la productividad y el envejecimiento de la población, junto con el legado de la crisis financiera, han conducido a la bajada de los tipos de interés, reduciendo el margen del BCE y de otros bancos centrales para relajar la política monetaria empleando instrumentos convencionales frente a acontecimientos cíclicos adversos. Por otra parte, hacer frente a bajos niveles de inflación es distinto al reto histórico de hacer frente a niveles de inflación elevados. La amenaza para la sostenibilidad del medio ambiente, la rápida digitalización, la globalización y la evolución de las estructuras financieras han transformado también el entorno en el que opera la política monetaria, incluida la dinámica de la inflación.
Frente a estos retos, el Consejo de Gobierno ha decidido iniciar una revisión de su estrategia de política monetaria, respetando plenamente el mandato de estabilidad de precios del BCE consagrado en el Tratado.
Estabilidad financiera, el empleo y la sostenibilidad del medioambiente
El Consejo de Gobierno evaluará la forma en que la estrategia de política monetaria ha contribuido durante estos años al cumplimiento del mandato contenido en el Tratado y considerará si es necesario ajustar alguno de sus elementos. La formulación cuantitativa de estabilidad de precios del BCE, junto con los enfoques e instrumentos para lograrla, serán elementos destacados de este ejercicio. La revisión también tendrá en cuenta la forma en que otros aspectos, como la estabilidad financiera, el empleo y la sostenibilidad del medioambiente, pueden ser relevantes para la consecución del mandato del BCE. El Consejo de Gobierno evaluará la eficacia y los posibles efectos indirectos del conjunto de instrumentos de política monetaria desarrollados en la pasada década. Asimismo, examinará la forma en que debería actualizarse el análisis económico y monetario mediante el que el BCE evalúa los riesgos para la estabilidad de precios, teniendo también en cuenta las tendencias nuevas y actuales. Por último, se revisarán también las prácticas de comunicación.
Se espera que el proceso concluya antes del final del año. El Consejo de Gobierno seguirá dos principios: análisis exhaustivo y apertura de miras. En consecuencia, el Eurosistema solicitará la participación de todas las partes interesadas.
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