El 19 de noviembre de 2024, las fuerzas del orden de toda Europa tomaron medidas enérgicas contra una red delictiva dirigida por dos hermanos ucranianos. Este día de acción, que sigue a las redadas llevadas a cabo en octubre de 2024, se saldó con la detención de varios sospechosos y la incautación de diversos bienes de origen delictivo. En total, la operación, que se desarrolló a lo largo de varios meses, condujo a la detención de 23 sospechosos, la incautación de 35,7 millones de euros en efectivo, cuentas bancarias y criptomonedas, así como de 36 vehículos, bienes inmuebles, relojes y joyas.
La red delictiva organizada, compuesta en su mayoría por ciudadanos ucranianos, pero también armenios, azerbaiyanos o kazajos, prestaba servicios de mensajería en efectivo y banca clandestina a otras redes delictivas. También formaban parte de esta red delictiva agentes chinos que prestaban servicios de blanqueo de capitales. Este catálogo de ofertas de delincuencia como servicio era utilizado por diversos actores delictivos de habla rusa y asiática dedicados al tráfico de drogas, la evasión fiscal o el contrabando de mercancías ilícitas. Estos delitos se cometían sobre todo en España.
Los resultados de las jornadas de acción incluyen
- 23 sospechosos detenidos (20 en España, 1 en Francia y 2 en Eslovenia)
- 91 registros domiciliarios realizados (77 en España, 1 en Francia y 13 en Chipre)
- 17 sospechosos más procesados
- 8,2 millones de euros en efectivo incautados
- 27 millones de euros en criptomoneda incautados o congelados
- 2 millones EUR en cuentas bancarias incautadas o congeladas
- incautación de 36 vehículos (algunos de lujo), bienes inmuebles, relojes de lujo, joyas y dispositivos electrónicos
Abuso del estatuto de protección temporal como ciudadanos ucranianos
Se cree que los sospechosos han abusado del estatuto de protección temporal concedido a los refugiados ucranianos por la UE desde 2022, así como a otros ciudadanos afectados por la guerra de agresión rusa contra Ucrania. Muchos de los millones de refugiados procedentes de Ucrania llevaron consigo a Europa sus ahorros en efectivo para salvaguardarlos de las consecuencias de la guerra. Aprovechando las excepciones establecidas para facilitar la transferencia de dinero entre jurisdicciones, la red delictiva trasladó enormes cantidades de efectivo sin ser interrogada en detalle ni escrutada durante los controles aduaneros. Declarando las sumas en efectivo como parte de su propio patrimonio, las mulas de dinero, algunas de las cuales son familiares de los líderes criminales, viajaban regularmente entre España, Chipre, Francia y otros países.
Una vez que varios correos de efectivo empezaron a ser detenidos, la red delictiva adaptó su modus operandi. Pasó de los importantes movimientos físicos de efectivo a la esfera de las criptomonedas, lo que dificultó la detección de las transferencias de dinero. Según las primeras estimaciones, entre marzo de 2023 y febrero de 2024 se habían movido al menos 75 millones de euros. Durante las redadas realizadas en Chipre, las fuerzas del orden se incautaron y congelaron alrededor de 26 millones de euros en una criptodivisa.
El papel de Europol
Europol apoyó esta operación internacional con expertos especializados en delincuencia financiera, lucha contra redes delictivas de alto riesgo, desentrañamiento de estructuras de blanqueo de capitales y rastreo de flujos de criptomoneda.
Europol prestó apoyo analítico, operativo y de coordinación a los países implicados desde el primer momento y apoyó las jornadas de acción desplegando analistas y especialistas. Durante las jornadas, estos expertos realizaron comprobaciones cruzadas con sus oficinas móviles, prestaron apoyo forense en la lectura de los dispositivos electrónicos incautados y aportaron sus conocimientos sobre criptomoneda.
Europol también formó parte del Equipo Conjunto de Investigación Judicial formado por Eurojust y en el que participaron España, Chipre y Alemania.
Más información: Europol.
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