Los medios de desinformación pro-Kremlin siguen calificando el inmenso sufrimiento humano y las ruinas caídas temporalmente en manos rusas como muestras de una gloriosa victoria. Del mismo modo, sin ningún tipo de duda, los asesores del Kremlin convierten un ataque terrorista contra un centro comercial con misiles de crucero de la era soviética cargados con ojivas de una tonelada en un ataque de precisión quirúrgica contra un objetivo militar justificado.
Los portavoces rusos en Egipto se unieron a este coro intentando difundir desinformación acerca de que depósitos de armas y municiones habían sido destruidos en el ataque.
Mientras tanto, la comunidad internacional llama a las cosas por su nombre: las fuerzas aéreas rusas atacaron un objetivo civil en Kremenchuk causando una gran devastación y la pérdida de al menos 18 vidas, lo que podría ser un crimen de guerra.
Sólo unos días después del ataque a Kremenchuk, y un día después de una humillante retirada de la estratégica Isla de la Serpiente, pintada como un gesto de «buena voluntad» en la propaganda del Kremlin, la fuerza aérea rusa volvió a recurrir a sus tácticas de bombardeo de terror.
La desinformación alimenta la inseguridad alimentaria
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El ataque con misiles de crucero, después de la medianoche, sobre una comunidad costera de Serhiivka, en la región de Odessa, mató al menos a 19 personas en sus camas y dejó decenas de heridos. No es de extrañar que la maquinaria de Kremlinsplaining estuviera dispuesta a negar las horribles consecuencias del ataque a Serhiivka y a sugerir, en contra de las pruebas muy gráficas, que las fuerzas armadas rusas sólo atacan objetivos militares.
No hay razón para esperar que este linaje de terror cese pronto, ya que parece que el Ministerio de Defensa ruso está lanzando desinformación sobre las «invenciones» ucranianas para preparar al público para más ataques rusos contra civiles que se avecinan, mientras intenta desviar preventivamente la culpa a los ucranianos. Curiosamente, la publicación tuvo lugar en la noche siguiente al ataque ruso contra civiles en Serhiivka.
La caída de las ciudades gemelas del Donbás, Sievierodonetsk y Lysychansk, en manos rusas como ruinas bombardeadas, no ha satisfecho la sed de sangre del Kremlin. Los insignificantes avances logrados con grandes bajas se celebraron como una gran victoria tanto en los pasillos del Kremlin como, en una clara violación del espíritu de la estación espacial, también en el espacio.
El vendedor estrella de la OTAN se sorprende de su propia eficacia
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El ambiente de celebración se vio interrumpido por la orden de Putin de continuar el ataque tal y como estaba previsto y la regurgitación de Patrushev de los objetivos maximalistas de la guerra. Esto implicará, sin duda, más ciudades arrasadas, ataques indiscriminados contra objetivos civiles, y una incesante propaganda del Kremlin tratando de explicar las atrocidades que le esperan. Si Rusia está, como dice Naryshkin, luchando por su «futuro histórico«, el futuro no parece depararles mucho más que muerte y devastación.
En otras noticias de desinformación:
- Polonia utiliza una amenaza rusa imaginaria para justificar su militarización. No, la modernización en curso del ejército polaco y la compra de equipos militares avanzados es la respuesta polaca a la actual crisis de seguridad, muy real, creada por Rusia en Europa.
- La guerra en Ucrania tiene que ver con la reunificación del pueblo ruso. Definitivamente no. Esta narrativa inherentemente racista de la «gran nación rusa» se basa en una ideología imperial rusa y revanchista, destinada a debilitar la identidad nacional de los ucranianos, así como a socavar la soberanía del Estado ucraniano.
- La OTAN está en guerra con Rusia de la mano de los ucranianos. No, sólo en la propaganda rusa. La OTAN como organización no está involucrada en la lucha en Ucrania, ni Occidente está en guerra con Rusia, o con los rusos.
Más información: UEvsDisinfo
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