La decisión de conceder el Premio Nobel de la Paz de este año a estos campeones de la democracia y los derechos humanos es una señal de esperanza y luz en medio de la oscuridad de la represión interna en Rusia y Bielorrusia y la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania.
La Unión Europea se congratula de la decisión de conceder el Premio Nobel de la Paz al defensor de los derechos humanos bielorruso Ales Bialiatski, a la organización rusa de derechos humanos Memorial y a la organización ucraniana de derechos humanos Center for Civil Liberties. La Unión Europea felicita también calurosamente a los galardonados por este prestigioso reconocimiento a su incansable e inestimable labor.
Ales Bialiatski es un defensor de los derechos humanos y fundador del Centro de Derechos Humanos Viasna, que lleva 30 años defendiendo los derechos humanos en Bielorrusia, especialmente, los derechos humanos de los presos políticos. Ales Bialiatski, gravemente enfermo, está encarcelado desde el 14 de julio de 2021 y se enfrenta a 12 años de prisión. Es uno de los más de 1.300 presos políticos de Bielorrusia encarcelados por el régimen de Lukashenko.
Memorial es una de las voces independientes más importantes de la sociedad civil rusa. Su trabajo sigue siendo fundamental para la defensa de los derechos humanos y contra los intentos por parte de la represión política de manipular la memoria histórica en el país. A pesar del empeño político de las autoridades rusas de silenciar a Memorial persiguiéndolo y cerrándolo, su trabajo sigue desempeñando un papel único para el pueblo ruso y toda Europa.
Conozca a los ganadores del Premio Nobel 2021
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El Centro para las Libertades Cívicas es un miembro importante de la fuerte y vibrante sociedad civil ucraniana, que avanza y promueve los derechos humanos, el estado de derecho y la democracia en Ucrania. Desde el comienzo de la guerra de agresión rusa, el Centro se ha comprometido firmemente en actividades para garantizar la responsabilidad por los crímenes de guerra rusos en Ucrania, especialmente en lo que respecta a la identificación y la documentación, en estrecha colaboración con socios internacionales. Esta labor será clave para garantizar que Rusia, sus dirigentes políticos y todos los implicados en las continuas violaciones del derecho internacional rindan cuentas.
La decisión de conceder el Premio Nobel de la Paz de este año a estos campeones de la democracia y los derechos humanos es una señal de esperanza y luz en medio de la oscuridad de la represión interna en Rusia y Bielorrusia y la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania.
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