El 12 de enero, los nuevos requisitos sobre la calidad y el acceso al agua potable se convierten en norma en toda la Unión Europea, con la transposición a la legislación nacional de la Directiva revisada sobre el agua potable. Las nuevas normas garantizarán uno de los niveles más altos del mundo para el agua potable, en consonancia con la ambición de contaminación cero anunciada en el Pacto Verde Europeo. Esto también responde al éxito de la primera Iniciativa Ciudadana Europea «Right2Water», que reunió 1,6 millones de firmas en apoyo de la mejora del acceso al agua potable para todos los europeos.
Ha declarado Virginius Sinkevičius, Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca:
A partir de hoy, los europeos pueden estar seguros de que la calidad del agua que beben es de la máxima calidad. Estamos combatiendo las sustancias químicas peligrosas y los microplásticos que acaban en el agua potable, haciendo que sea segura para beber y para el medio ambiente. Espero que con una mayor confianza en el agua del grifo, los ciudadanos también puedan contribuir a reducir los residuos plásticos del agua embotellada y los desechos marinos.
Para garantizar la alta calidad del agua potable, la Directiva sobre el agua potable incluye normas de seguridad actualizadas, introduce una metodología para identificar y gestionar los riesgos de calidad en toda la cadena de suministro de agua, establece una lista de vigilancia de sustancias emergentes como los microplásticos y los disruptores endocrinos, así como nuevos tipos de sustancias químicas que deben controlarse, e introduce disposiciones de conformidad para los productos que vayan a utilizarse en contacto con el agua potable. La nueva Directiva aborda las fugas de agua, ya que en la actualidad se pierde una media del 23% del agua tratada durante su distribución en la UE. La Directiva también incluye nuevas disposiciones que obligan a los Estados miembros a mejorar y mantener el acceso al agua potable para todos, y para los grupos vulnerables y marginados en particular.
La transposición de la legislación refundida al Derecho nacional mejorará la protección de la salud humana de todos los ciudadanos de la UE y contribuirá a proteger el medio ambiente de la liberación de estas sustancias nocivas. Los Estados miembros deberán comunicar a la Comisión el texto de las principales disposiciones de Derecho interno que adopten en el ámbito regulado por la presente Directiva.
Contexto
Un alto porcentaje de ciudadanos europeos ya tiene acceso inmediato a agua potable limpia y segura a un precio asequible. Sin embargo, algunos ciudadanos de la UE siguen enfrentándose a problemas de acceso al agua potable. Fenómenos emergentes como la creciente escasez de agua o las sequías, así como nuevas sustancias como los productos farmacéuticos o los microplásticos, también pueden amenazar la salud humana.
Para hacer frente a estos nuevos retos, la Comisión había propuesto una actualización de la Directiva sobre agua potable, que originalmente databa de 1998, con el fin de preservar la calidad del agua potable a largo plazo y proteger a los consumidores de estos nuevos riesgos potenciales. La propuesta fue adoptada por los legisladores en 2020 como Directiva refundida sobre el agua potable y entró en vigor el 12 de enero de 2021. Los Estados miembros tenían que transponerla a la legislación nacional y cumplir sus disposiciones antes del 12 de enero de 2023. La Directiva sobre agua potable refundida forma parte de la política general de aguas de la UE, que incluye, por ejemplo, las recientes propuestas de la Comisión sobre las revisiones de la Directiva sobre normas de calidad ambiental, la Directiva sobre aguas subterráneas y la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas.
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