La Comisión Europea ha presentado hoy una nueva estrategia para estimular la apertura, la fortaleza y la resiliencia del sistema económico y financiero de la UE en los próximos años. El objetivo de la estrategia es capacitar mejor a Europa para desempeñar un papel líder en la gobernanza económica mundial, protegiendo a la UE de las prácticas desleales y abusivas. La actuación va pareja al compromiso de la UE con una economía mundial más resiliente y abierta, unos mercados financieros internacionales eficientes y un sistema multilateral gobernado por normas.
El enfoque propuesto se basa en tres pilares, que se refuerzan mutuamente:
- Promover el papel internacional del euro, acercándose a los socios de terceros países a fin de fomentar su utilización, respaldando el desarrollo de instrumentos y valores de referencia denominados en euros y potenciando su estatus como moneda de referencia internacional en los sectores de la energía y las materias primas, incluso para vectores energéticos emergentes como el hidrógeno.
- Seguir desarrollando las infraestructuras de los mercados financieros de la UE y aumentando su resiliencia, en particular frente a la aplicación extraterritorial de sanciones por parte de terceros países. La Comisión, en cooperación con el BCE y las Autoridades Europeas de Supervisión (AES), ayudará a las empresas de infraestructuras del mercado financiero a efectuar un análisis exhaustivo de sus puntos vulnerables en lo que respecta a la aplicación extraterritorial ilegal de medidas unilaterales por parte de terceros países, y a tomar medidas para subsanar esas debilidades.
- Seguir promoviendo una aplicación y un cumplimiento uniformes de las sanciones de la propia UE. Este año, la Comisión creará una base de datos —el registro para el intercambio de información sobre sanciones— con el fin de garantizar una notificación y un intercambio eficaces de información entre los Estados miembros y la Comisión acerca de la aplicación y el cumplimiento de las sanciones.
La estrategia presentada hoy parte de la Comunicación de 2018 sobre la relevancia internacional del euro, que enfatizaba la necesidad de reforzar y profundizar la unión económica y monetaria (UEM). Una unión económica y monetaria resiliente es una condición esencial para una moneda estable. La estrategia reconoce también el plan de recuperación sin precedentes «Next Generation EU» adoptado por la UE para hacer frente a la pandemia de COVID-19 y ayudar a las economías europeas a recuperarse y a abrazar las tecnologías ecológica y digital.
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