La Comisión Europea y el desarrollador de vacunas Moderna han llegado a un acuerdo para garantizar que la entrega de las vacunas COVID-19 se adapte a las necesidades de los Estados miembros. Sobre la base de este acuerdo, la empresa pospondrá la entrega de algunas dosis previstas inicialmente para el segundo trimestre de 2022, hasta más adelante en el año. Además, en caso de que una vacuna adaptada reciba la autorización de comercialización de la UE tras la evaluación de la Agencia Europea del Medicamento, una parte de las dosis previstas para abril, mayo y junio podrán entregarse como vacunas de refuerzo adaptadas a las variantes actuales de COVID-19 a partir de septiembre y durante los meses de otoño e invierno de 2022.
El acuerdo también permitirá la entrega de vacunas adaptadas a futuras variantes, de nuevo tras la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento, de modo que los Estados miembros puedan responder a cualquier evolución epidemiológica a lo largo de este año y seguir apoyando a los países asociados a nivel mundial.
Esta modificación forma parte de un proceso en curso por el que la Comisión y los Estados miembros están colaborando estrechamente con los proveedores de vacunas de la UE para hacer frente a la evolución de las necesidades de la pandemia. La Comisión tiene la intención de concluir otros acuerdos de este tipo en un futuro próximo.
Contexto
En 2020, la Unión Europea realizó una gran inversión en la producción mundial de varias vacunas contra el COVID-19. Era crucial disponer de vacunas lo antes posible y a la escala necesaria, lo que requería importantes inversiones antes de saber si alguna de estas vacunas tendría éxito.
Estas acciones tomadas en riesgo en 2020 han dado claramente sus frutos, ya que el desarrollo de las vacunas ha sido bastante exitoso: de las ocho vacunas en la cartera de vacunas de la UE, cinco han recibido la autorización de comercialización, dos están todavía en revisión y sólo una ha sido cancelada antes de llegar a etapas posteriores.
Los Estados miembros de la UE tienen acceso a vacunas seguras y eficaces de forma temprana y a la escala necesaria, lo que permite ofrecer a todos los ciudadanos de la UE vacunas primarias y de refuerzo, salvando vidas y mitigando el impacto de la pandemia en la vida social y económica.
Además, un gran número de estas vacunas podría utilizarse también en los esfuerzos mundiales para hacer frente a la pandemia. Alrededor de dos tercios de las dosis de vacunas producidas en la UE -más de 2.000 millones de dosis de vacunas- se han exportado a 167 países. Los Estados miembros se han repartido casi 475 millones de dosis, de las cuales unos 364 millones ya se han entregado a los países receptores (alrededor del 85% de ellas a través de COVAX).
Al mismo tiempo, los Estados miembros deben seguir garantizando que disponen de las reservas estratégicas de vacunas que necesitan para hacer frente a la posible evolución epidemiológica del virus COVID-19. Esto incluye disponer de contratos de suministro que permitan el suministro de vacunas adaptadas, en caso de que sean necesarias.
En colaboración con los fabricantes, la Comisión sigue facilitando nuevos intercambios de dosis entre los Estados miembros para atender mejor sus necesidades, especialmente para la temporada de otoño e invierno.
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