El uso cotidiano de productos de belleza y cuidado personal expone a las personas a más de cien sustancias químicas con potenciales efectos tóxicos, por lo que se requieren soluciones alternativas que sean más respetuosas con la piel y el medio ambiente.
Muchas sustancias químicas presentes en los productos de belleza, como los parabenos o los ftalatos, tienen efectos tóxicos adversos en los seres humanos y el medio ambiente. Incluso las moléculas de filtro ultravioleta (UV) presentes en las cremas de protección solar diseñadas para proteger contra la exposición a la luz solar son absorbidas por el cuerpo, lo que provoca efectos disruptivos en el sistema endocrino.
Proyecto Tarasol
El equipo de científicos de Taramar desarrolló un método dirigido a fabricar productos para el cuidado de la piel de base acuosa utilizando compuestos únicos con propiedades beneficiosas para la piel y el cuerpo. La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con universidades e institutos de investigación europeos y estadounidenses, y la mayoría de los resultados se han publicado en revistas científicas.
Los resultados de la investigación demostraron que las algas marinas islandesas tienen características antioxidantes similares a las del té verde y los arándanos. Los extractos de algas marinas tienen la capacidad de estimular las respuestas inmunomoduladoras y proteger las células cutáneas del envejecimiento.
Tras superar una serie de retos de investigación y desarrollo, los científicos de Taramar lograron producir un filtro UV que no contiene las sustancias químicas tóxicas y nocivas utilizadas actualmente en la mayoría de los productos de belleza del mercado. Asimismo, descubrieron métodos seguros y naturales para preservar las propiedades funcionales de las moléculas bioactivas de las algas marinas al tiempo que se inhibe el crecimiento microbiano con la tecnología NoTox™.
Como resultado, el filtro UV de TARASÓL no contiene conservantes convencionales y es 100 % seguro para la piel y el cuerpo. Las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de las algas marinas ofrecen beneficios adicionales y claramente visibles para la piel. Los investigadores descubrieron que algunos compuestos orgánicos, como el colágeno y la vitamina C, no pueden transferirse fácilmente sobre las membranas celulares. Por lo tanto, encapsularon los componentes de las algas marinas en un sistema de administración basado en liposomas que estabiliza y libera el filtro UV bioactivo tras la exposición a la luz solar.
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