Ayer entró en vigor una nueva directiva de la UE para promover la reparación de bienes. Las nuevas reglas fomentan un consumo más sostenible puesto que facilitan la reparación de productos defectuosos y animan a los consumidores a reparar los productos defectuosos en lugar de sustituirlos. La Directiva beneficiará a los consumidores al evitar los costes de compra de nuevos productos y reducir los residuos, el uso de recursos y las emisiones de gases de efecto invernadero. Los Estados miembros tienen ahora hasta el 31 de julio de 2026 para transponer la Directiva al ordenamiento jurídico nacional.
Didier Reynders, comisario de Justicia, ha declarado: «Con el Pacto Verde Europeo nos propusimos hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro del mundo. Las nuevas reglas permitirán que la reparación sea una realidad y ya no se circunscriba únicamente a la duración del período de garantía legal. Esto también contribuirá al desarrollo del conjunto del ecosistema de la reparación, la reutilización y el reacondicionamiento.»
En virtud de la nueva norma, los fabricantes de determinados productos, como refrigeradores o teléfonos inteligentes, están obligados a ofrecer a los consumidores servicios de reparación con precios y plazos razonables. Con el fin de reforzar el mercado europeo de la reparación, las nuevas normas exigen que dichos fabricantes ofrezcan piezas de recambio a un precio razonable y les prohíben negarse a reparar o participar en prácticas que impidan la reparación. Para que los consumidores dispongan de soluciones de reparación atractivas, se creará una plataforma europea de reparación que les ayudará a encontrar fácilmente reparadores. La Directiva también otorga a los consumidores un nuevo derecho a una prórroga de un año de la garantía legal si optan por reparar un producto defectuoso en lugar de cambiarlo por uno nuevo.
Fuente: Representación en España de la Comisión Europea
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