El Kremlin mostró por fin sus cartas cuando el portavoz Dmitry Peskov admitió lo obvio. A saber, que el suministro de gas ruso a la Unión Europea (UE) se ha suspendido y permanecerá así no por el supuesto mantenimiento del gasoducto Nord Stream 1, sino porque el gas constituye un instrumento de chantaje político del repertorio de herramientas de influencia del Kremlin.
Ahora bien, si está confundido por la postura de Rusia sobre las sanciones de la UE, no se preocupe, no es cosa suya, es cosa del Kremlin. Aunque una parte de su ecosistema de desinformación sigue insistiendo día tras día en que las sanciones de la UE no tienen ningún tipo de efecto sobre Rusia y que, en cambio, perjudican a la UE, otros sectores del Kremlin continúan haciendo todo lo posible para que la UE retire las sanciones.
Dicho esto, la energía es una fuente inagotable de recursos para los propagandistas del Kremlin. Desde hace un tiempo, los propagandistas han estado describiendo una visión apocalíptica del próximo invierno en Europa, previendo una carestía energética y protestas multitudinarias. Llegan hasta el punto de afirmar que Rusia debería organizar «paquetes turísticos» para los europeos que vendrán a «sobrevivir» el invierno en la «acogedora Rusia» y que sin el gas ruso Alemania se convertirá en un Estado agrario. En resumen, aducen que Europa no tiene otra opción que traicionar a Ucrania, ya que supuestamente no hay alternativas al gas ruso Esto simplemente no es verdad: si bien la UE tiene que ajustar su cartera energética, lo cual requerirá bastante esfuerzo, cuanto antes se libere de la dependencia energética de Rusia mejor le irá a largo plazo.
Continuando con el mismo tema, el 3 de septiembre, se subió a Telegram un vídeo estrafalario que mostraba a la UE sufriendo un duro invierno debido a la supuesta falta de energía rusa. El vídeo se viralizó con rapidez y se propagó por otras plataformas como VKontakte, Twitter y YouTube. Los mensajes que incluían el vídeo acumularon más de 2,4 millones de visitas solo en Telegram. El vídeo fue difundido por varios medios de comunicación —por ejemplo Tsargrad TV— vinculados al ecosistema de desinformación del Kremlin.
Si el vídeo es un intento de hacer que los ciudadanos europeos pierdan el sueño por lo que pueda pasar el próximo invierno, se trata de un intento un poco cutre. En primer lugar, la música empleada en el vídeo está compuesta para acompañar a la letra escrita por Yurii Vizbor, un conocido cantautor y poeta, hijo de una mujer ucraniana y de un padre lituano que murió durante las purgas de Stalin. En segundo lugar, el vídeo muestra unas turbinas eólicas y unos paneles solares, por lo que bien podría haber pasado por un anuncio de energías renovables. Y, por último, algunas de las imágenes que aparecen en el vídeo, como la Europa congelada, se filmaron en realidad en la ciudad rusa de Krasnoyarsk.
Las sanciones no están funcionando, pero trataremos de eludirlas de todas maneras
La energía no es el único sector en el que las sanciones están perjudicando a Rusia. Las sanciones de la UE a cinco medios de desinformación pro-Kremlin muy prolíficos, esenciales a la hora de respaldar el esfuerzo bélico de Rusia, están haciendo que los desinformadores del Kremlin trabajen horas extra para tratar de llegar incluso a una fracción de su público anterior aquí en la UE.
A modo de resumen. El 2 de marzo de 2022, tan solo una semana después de que Rusia iniciara su guerra de agresión no provocada contra Ucrania, la UE suspendió la emisión de RT y Sputnik, dos medios de desinformación pro-Kremlin muy prolíficos. La decisión de cortar las autodenominadas armas informativas del Kremlin fue oportuna, acogida bastante bien en toda la UE y jurídicamente correcta, según la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE. A principios de Junio, la UE suspendió la emisión de otros tres canales controlados por el Estado ruso.
La desinformación alimenta la inseguridad alimentaria
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Aunque el Kremlin continúa rechazando las sanciones de la UE por considerarlas ineficaces, sus medios de desinformación siguen buscando formas de evadirlas. En Italia, por ejemplo, un canal de Telegram perteneciente a la edición italiana de Sputnik publica a diario contenidos en las plataformas de redes sociales Sfero. Curiosamente, Sfero es una «plataformas de redes sociales alternativa» que afirma no censurar ningún contenido. Ofrece un plan de publicidad, que garantiza 30 000 visualizaciones por publicación tras un pago de 90 EUR. Según verificadores de datos italianos independientes, la plataforma parece dar visibilidad a canales conocidos por difundir información errónea y desinformación, sobre todo en relación con la COVID-19 y las teorías conspirativas. Y si bien el nombre y la plataforma de difusión pueden haber cambiado, el contenido promovido en los nuevos canales se remonta a la misma fuente.
En Alemania, también se han observado intentos recientes de evadir las sanciones. Algunos canales de Telegram comparten enlaces que redirigen a los usuarios a dominios espejo de RT, otros se emplean como canales intermediarios para acceder a grupos de Telegram privados, y otros agregan el servicio ofrecido por otros canales de Telegram pro-Kremlin.
Un ejemplo más de los intentos del Kremlin para eludir las medidas restrictivas de la UE es cambiar la marca del contenido de los medios de desinformación sancionados. Por ejemplo, un canal de YouTube en español, «Sepa Más», simplemente publica vídeos producidos por la edición en español de RT. Tan solo se ha sustituido el logotipo de RT por la viñeta Sepa Más. Otra sección del canal presenta enlaces que redirigen a artículos publicados por esrt.press, uno de los dominios espejo empleados por RT en español.
EUvsDisinfo y otros han detectado y expuesto intentos parecidos durante meses. Los extremos a los que llegan los desinformadores pro-Kremlin en el intento de eludir las sanciones de la UE y difundir sus mensajes es una prueba en sí misma, aunque sea anecdótica, de que restringir el acceso a la propaganda pro-Kremlin les da donde más les duele y obstaculiza su esfuerzo bélico.
Incluso si no lo dijeron, digamos que sí
Los desinformadores pro-Kremlin han estado muy ocupados durante la última semana. Sobre todo se centraron en el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión, Josep Borrel. Serguéi Lavrov e incluso Putin están buscando objetivos tergiversando e inventando palabras que sugieren que Borrel llamó a Rusia régimen fascista.
En primer lugar, Borrell no llamó fascista a Rusia ni a su régimen. En el transcurso de un intercambio interparlamentario, al responder a las preguntas, Borrel se refirió a un punto planteado por un orador anterior. En segundo lugar, la vida, las declaraciones y la trayectoria general de Borrel muestran de forma inequívoca de qué lado está: siempre se opuso al régimen de Franco, participó en la lucha antifranquista y defendió la democracia y los derechos humanos. Cualquier declaración que sugiera lo contrario es una mera ilusión y demuestra la falta de conocimiento de hechos que están al alcance de cualquiera. Sacar palabras de contexto y tergiversarlas para adaptarlas a sus necesidades es una táctica arquetípica que los desinformadores pro-Kremlin han utilizado durante años. Así que nada nuevo bajo el sol, la verdad.
Fuente: EUvsDiSinfo
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