La Comisión se congratula del acuerdo alcanzado el pasado 30 de octubre por los dirigentes del G-7 sobre los principios rectores internacionales de la inteligencia artificial y un código de conducta voluntario para los desarrolladores de inteligencia artificial en el marco del proceso de la inteligencia artificial de Hiroshima.
Estos principios y el código de conducta voluntario complementarán, a nivel internacional, las normas jurídicamente vinculantes que los colegisladores de la UE están ultimando en virtud de la Ley de inteligencia artificial de la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue una de las personas que suscribieron la declaración de los dirigentes del G-7 emitida por la presidencia japonesa del G-7 en 2023.
La presidenta Von der Leyen ha declarado: «Los beneficios potenciales de la inteligencia artificial para los ciudadanos y la economía son enormes. Sin embargo, la aceleración de la capacidad de la inteligencia artificial también plantea nuevos retos. La UE, que ya es pionera en la regulación gracias a la Ley de Inteligencia Artificial, también está contribuyendo a la vigilancia y la gobernanza de la inteligencia artificial a escala mundial. Me congratulo del acuerdo sobre los principios rectores internacionales del G-7 y el código de conducta voluntario, que reflejan los valores de la UE para fomentar una inteligencia artificial fiable. Pido a los desarrolladores de inteligencia artificial que firmen y cumplan este código de conducta lo antes posible».
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Garantizar la seguridad y fiabilidad de la tecnología
Los once principios rectores adoptados por los dirigentes de los siete países y la UE, que conforman el G-7, facilitan orientaciones a las organizaciones que desarrollan, despliegan y utilizan sistemas avanzados de inteligencia artificial, tales como modelos básicos e inteligencia artificial generativa, a fin de promover la seguridad y la fiabilidad de la tecnología. Comprenden compromisos para mitigar los riesgos y el uso indebido, y para detectar puntos vulnerables, fomentar el intercambio responsable de información, la notificación de incidentes y la inversión en ciberseguridad, además de un sistema de etiquetado que permita a los usuarios identificar los contenidos generados por inteligencia artificial.
Estos principios, basados en los resultados de una encuesta a las partes interesadas, han sido formulados conjuntamente por la UE y los demás miembros del G-7, en el marco del proceso relativo a la inteligencia artificial de Hiroshima. A su vez, los principios rectores han servido de base para elaborar un código de conducta con orientaciones detalladas y prácticas para las organizaciones que desarrollen inteligencia artificial. El código de conducta voluntario también promoverá la gobernanza responsable de la inteligencia artificial a escala mundial. Ambos documentos se revisarán y actualizarán según sea necesario, por ejemplo, mediante consultas multilaterales inclusivas, a fin de velar por que sigan ajustándose a su objeto y adaptándose a esta tecnología en rápida evolución. Los dirigentes del G-7 han pedido a las organizaciones que desarrollan sistemas avanzados de inteligencia artificial que se comprometan a cumplir el código de conducta internacional. Los primeros firmantes se anunciarán en un futuro próximo.
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