Se calcula que 222 millones de niños y adolescentes en edad escolar necesitan educación. Esta cifra incluye 78 millones que no asisten a la escuela.
En vista de ello, la Comisión Europea y UNICEF abogan por un mayor apoyo público, así como por un compromiso más firme de todas las partes para ayudar a los niños atrapados en contextos humanitarios frágiles a continuar o reanudar su educación. La petición se realiza durante una Conferencia conjunta de Alto Nivel sobre Educación en Situaciones de Emergencia que tendrá lugar paralelamente al Foro Humanitario Europeo el 22 de marzo de 2023 en Bruselas.
En muchas regiones del mundo asoladas por la guerra se destruyen con frecuencia escuelas y se ataca a niños y profesores. Por ejemplo, desde el comienzo del asalto de Rusia contra Ucrania, 3.025 o más centros educativos han sido bombardeados o atacados. Los conflictos en el Sahel impiden a millones de niños asistir a la escuela. En Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía, más de 2,6 millones de niños sirios residen en comunidades de acogida, asentamientos informales y campamentos.
La UE quiere destinar 158 millones de euros a proyectos de educación en situaciones de emergencia en todo el mundo en 2023.
Pese a los enormes beneficios que aporta a los niños, las sociedades y países enteros, la educación suele ser el primer servicio en suspenderse y el último en restablecerse durante las crisis. De media, el sector educativo recibe menos del 3% de la ayuda humanitaria.
La UE dedica el 10% de su presupuesto inicial de ayuda humanitaria a la educación en situaciones de emergencia. Lo mismo ocurre con la ayuda al desarrollo: con el 10% de su presupuesto inicial asignado a la educación, el objetivo es garantizar una base sólida que permita a los niños desarrollar sus talentos y realizar su potencial.
Entre 2015 y 2022, la UE destinó 970 millones de euros a la educación en situaciones de emergencia, de los que se beneficiaron más de 20 millones de niños y jóvenes. La UE lleva más de 10 años financiando proyectos de educación en situaciones de emergencia en el marco de sus programas de ayuda humanitaria, desde que se creó la iniciativa Niños de la Paz con fondos recibidos del Premio Nobel de la Paz de 2012.
Un programa conjunto de la Unión Europea y UNICEF ayudó a que 1.500 niños inmigrantes de Kazajistán recibieran certificados de nacimiento |
Antecedentes
La educación en las zonas en crisis sigue siendo un problema de primer orden. Los efectos sobre la educación de las niñas son aún más nefastos: cada año, por ejemplo, alrededor de 12 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18 años, incluido el 38% de las niñas del África subsahariana. Tras la pandemia de COVID-19, 10 millones más de niñas corren el riesgo de contraer matrimonio precoz y abandonar la escuela.
Los niños que viven en crisis humanitarias tienen derecho a una educación y formación de calidad.
Comisión Europea
La UE mantiene su firme compromiso de promover y apoyar este derecho. Con su política de educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas, la UE pretende minimizar el impacto de las crisis en el aprendizaje de los niños. Una forma de hacerlo es garantizar que los niños no pasen más de tres meses sin recibir educación. Es un objetivo en el que estamos trabajando.
Al hacer de la educación en situaciones de emergencia parte de su respuesta humanitaria y vincularla estrechamente a la cooperación al desarrollo, la UE hace pleno uso de sus instrumentos de financiación humanitaria y de desarrollo para apoyar a los niños afectados por las crisis.
De enero a diciembre de 2023, la Comisión está llevando a cabo una campaña en línea sobre Education no matter what (Educación, pase lo que pase), en la que se destacan los retos a los que se enfrentan los niños en contextos frágiles de todo el mundo cuando intentan volver a la educación, o permanecer en ella, y su capacidad de resistencia para lograr este objetivo.
UNICEF
Junto con la UE, UNICEF ayuda a los niños en situaciones de emergencia a acceder a una educación ininterrumpida, especialmente las niñas, los niños con discapacidad, los desplazados internos, los refugiados y los migrantes.
Los programas de UNICEF ayudan a los niños a desarrollar habilidades para hacer frente al trauma de la crisis, y les proporcionan espacios de aprendizaje seguros, adaptados a los niños y equipados con agua e instalaciones sanitarias. Su labor fomenta la capacidad mediante la formación de profesores, el suministro de material didáctico y el apoyo a los gobiernos para reducir el riesgo de desastres.
A través de su trabajo, UNICEF defiende firmemente el derecho del niño a la educación y a un entorno de aprendizaje protector, forjando alianzas a escala nacional y mundial para salvaguardar el aprendizaje de todos los niños. UNICEF también apoya a los gobiernos en la aplicación de la Declaración sobre Escuelas Seguras y las Directrices para la Protección de Escuelas y Universidades contra el Uso Militar durante Conflictos Armados.
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