Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), entre las medidas clave que la Unión Europea (UE) puede adoptar para reducir los efectos del cambio climático en el comercio agrícola se encuentra aumentar el apoyo de la UE a la adaptación internacional, junto con la diversificación del comercio.
Se prevé que el cambio climático afecte a la agricultura en Europa y en todo el mundo, alterando las condiciones de cultivo, los patrones de producción y los rendimientos, con repercusiones en los precios, el comercio y los mercados regionales, según el informe de la AEMA «Impactos del cambio climático global y el suministro de productos agrícolas a Europa».
El análisis, basado en un estudio encargado por la AEMA, aborda las principales repercusiones de los efectos del cambio climático en el comercio agrícola europeo. El estudio combina información sobre los impactos del cambio climático global en la producción agrícola con información sobre el perfil de importación de la UE y pruebas sobre la vulnerabilidad al cambio climático de los países de origen de los productos.
Los riesgos asociados al cambio climático se reflejan en todos los elementos del sector agrícola, desde la producción, las infraestructuras y el comercio hasta las finanzas.
Mientras que Europa es mayoritariamente autosuficiente en cuanto a cereales y hortalizas, su dependencia de la importación de productos tropicales como el cacao en grano o el aceite de palma, y de productos básicos como la soja utilizada para la alimentación animal, la hacen vulnerable a los impactos del cambio climático en el exterior.
La apertura del comercio con más países centrados en la protección del medio ambiente en sus políticas agrícolas y la diversificación de las importaciones podrían reducir el riesgo de interrupciones del suministro. Las políticas para reducir la demanda de productos asociados con altas presiones ambientales también serían beneficiosas en este sentido.
Además, habría que reforzar la capacidad de adaptación de los países productores con el apoyo de la UE, como se anuncia en el proyecto de la Comisión Europea sobre la próxima estrategia de adaptación de la UE.
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